"El presidente es de todos, incluso de quienes no lo votaron," dijo esta mañana José Mujica en clara respuesta a las críticas que recibió desde el Partido Comunista por - entre otros puntos - recibir a un grupo de disidentes cubanos en la Torre Ejecutiva a pedido de dirigentes de la oposición.
El mandatario, en su audición radial de M24, afirmó que "el gobierno decidió recibir a estas personas por respeto a la solicitud de importantes personas de los partidos tradicionales. Y lo aclaramos de entrada, porque no queríamos regalar al escenario uruguayo una discusión fútil donde se nos pintara como intolerantes y otras cosas por el estilo, que en esos momentos se dicen", dijo.
"Nosotros hemos aclarado oportunamente que no nos inmiscuimos en la política de nadie ni somos jueces de nadie. Tenemos una clara posición y la hemos tenido históricamente desde siempre de apoyar a la revolución cubana en su lucha contra Estados Unidos. Y la practicaremos en cuanto foro tengamos que asumir decisiones. Pero en este país, dentro de este país, tenemos la obligación de respetar a los partidos que piensan distinto a nosotros", enfatizó.
Aclaró que "hablar no significa conceder; significa en este caso concreto un acto de respeto hacia opositores internos que piensan distinto. Con ellos tenemos que convivir y tomar decisiones fundamentales" y reiteró la "invitación a quienes representan a los que no nos votaron a participar en la decisión de políticas para el país".
Mujica recordó que durante el acto tras la victoria de las elecciones nacionales en segunda vuelta dijo que no hubo ni vencidos ni vencedores, "reconociendo en todos aquellos muchísimos que no nos votaron, y que a pesar de ello eran y son parte de esta nación".
El presidente explicó que, desde esa postura, ha trabajado para construir una "unidad nacional", a pesar que no haya sido siempre debidamente comprendido. Y afirmó que reconocer este punto no significa no reconocer la existencia de diferencias y confrontaciones políticas e ideológicas, "pero en última instancia este país necesita mínimos de acuerdos, tolerancias y respeto mutuo para vivir y para funcionar".
"Institucionalmente, un presidente en Uruguay cuando es electo pasa a ser presidente de todos, continuó Mujica. "Y por eso - dijo - a veces debe hacer cosas que no coinciden con su manera de pensar pero deben hacerlas igual porque por encima de él estará la nación y seguirá estando, porque estaba antes y seguirá después. Es lo único permanente", puntualizó.
Opinó que ese respeto hacia "los adversarios políticos, no enemigos, a pesar de las diferencias", no ha sido correctamente interpretado. "Tampoco - agregó - el gobierno pretende imponer condiciones sino cultivar, en las decisiones, las consultas y el respeto en cada uno de los actos".
"El respeto político es un acto para cultivar la unión nacional que se debe realizar en forma permanente. Lo central, en cada uno de los pasos que damos, es si conviene o no conviene al interés nacional. La unidad básica nacional no puede lograrse de otra forma que no sea por mutuo respeto".
Aclaró que "antes de ser gobierno, en diferendos dolorosos con Argentina, tuvimos que bancar que se nos tratara injustamente poco menos que como peones del gobierno argentino. Nos tuvimos que bancar esa ofensa y la pasamos por alto porque había que priorizar el interés nacional. Los resultados alcanzados son el fruto de una actitud cultivada durante años y de una manera de pensar".
El mandatario, en su audición radial de M24, afirmó que "el gobierno decidió recibir a estas personas por respeto a la solicitud de importantes personas de los partidos tradicionales. Y lo aclaramos de entrada, porque no queríamos regalar al escenario uruguayo una discusión fútil donde se nos pintara como intolerantes y otras cosas por el estilo, que en esos momentos se dicen", dijo.
"Nosotros hemos aclarado oportunamente que no nos inmiscuimos en la política de nadie ni somos jueces de nadie. Tenemos una clara posición y la hemos tenido históricamente desde siempre de apoyar a la revolución cubana en su lucha contra Estados Unidos. Y la practicaremos en cuanto foro tengamos que asumir decisiones. Pero en este país, dentro de este país, tenemos la obligación de respetar a los partidos que piensan distinto a nosotros", enfatizó.
Aclaró que "hablar no significa conceder; significa en este caso concreto un acto de respeto hacia opositores internos que piensan distinto. Con ellos tenemos que convivir y tomar decisiones fundamentales" y reiteró la "invitación a quienes representan a los que no nos votaron a participar en la decisión de políticas para el país".
Mujica recordó que durante el acto tras la victoria de las elecciones nacionales en segunda vuelta dijo que no hubo ni vencidos ni vencedores, "reconociendo en todos aquellos muchísimos que no nos votaron, y que a pesar de ello eran y son parte de esta nación".
El presidente explicó que, desde esa postura, ha trabajado para construir una "unidad nacional", a pesar que no haya sido siempre debidamente comprendido. Y afirmó que reconocer este punto no significa no reconocer la existencia de diferencias y confrontaciones políticas e ideológicas, "pero en última instancia este país necesita mínimos de acuerdos, tolerancias y respeto mutuo para vivir y para funcionar".
"Institucionalmente, un presidente en Uruguay cuando es electo pasa a ser presidente de todos, continuó Mujica. "Y por eso - dijo - a veces debe hacer cosas que no coinciden con su manera de pensar pero deben hacerlas igual porque por encima de él estará la nación y seguirá estando, porque estaba antes y seguirá después. Es lo único permanente", puntualizó.
Opinó que ese respeto hacia "los adversarios políticos, no enemigos, a pesar de las diferencias", no ha sido correctamente interpretado. "Tampoco - agregó - el gobierno pretende imponer condiciones sino cultivar, en las decisiones, las consultas y el respeto en cada uno de los actos".
"El respeto político es un acto para cultivar la unión nacional que se debe realizar en forma permanente. Lo central, en cada uno de los pasos que damos, es si conviene o no conviene al interés nacional. La unidad básica nacional no puede lograrse de otra forma que no sea por mutuo respeto".
Aclaró que "antes de ser gobierno, en diferendos dolorosos con Argentina, tuvimos que bancar que se nos tratara injustamente poco menos que como peones del gobierno argentino. Nos tuvimos que bancar esa ofensa y la pasamos por alto porque había que priorizar el interés nacional. Los resultados alcanzados son el fruto de una actitud cultivada durante años y de una manera de pensar".