Sé feliz. Es tu deber...


La vida es corta:

quiebra las reglas, perdona rápidamente, besa lentamente, ama verdaderamente, ríe incontrolablemente y nunca dejes de sonreir por más extraño que sea el motivo...


La vida puede no ser la fiesta que esperábamos, pero mientras estemos aquí, deberíamos danzar!!!

Uma estátua em homenagem a Zumbi dos Palmares


Estátua em homenagem a Zumbi dos Palmares é inaugurada na Bahia.


Feita em bronze, tem mais de dois metros de altura. A estátua foi inaugurada na manhã desta sexta-feira (30)

Foto: Carla Ornelas/Secom





Zumbi foi líder do Quilombo dos Palmares, formado por escravos fugitivos no século XVII.

Festa de arromba com chá de varas por atacado e varejo



Porto Alegre tenía cada noviembre una fiesta de destaque: la del Bàrà Olóònnòn de pai Luiz da Silva –ìgbà e- La ladera se llenaba de coches de variado precio y tamaño ostentando placas de cualquier parte de Brasil, desde la capital del país, Brasilia, pasando por Salvador y São Paulo hasta las más modestas de los funcionarios estaduales de Rio Grande do Sul. Pai Luiz era un sacerdote muy bien considerado en los círculos del poder, tanto que su casa recibía donativos de acuerdo a un rubro específico del Parlamento brasileño que ayudaban al sostén de sociedades que prestaban servicios a su comunidad. Cada noviembre, entonces, pai Luis recibía los homenajes debidos a su orisha con la magnificencia de un rey y la humildad de un hombre de pueblo. Mientras él hacía los honores de dueño de casa a las autoridades públicas y religiosas que acompañaban el evento, su ogàn, el pai José Nunes de npònnòn cuidaba cada detalle para que los festejos a Bàrà fuesen cada año mayores y más espléndidos. Los ojos celestes del hombre de confianza de don Luis recorrían cada centímetro de la sala e indicaban casi imperceptiblemente a sus ayudantes lo que había que hacer sin demoras, cómo debía ser ubicado cada asistente, cómo se iba desarrollando ese complicado ceremonial de hospitalidad afrobrasileña que es la marca de estilo de una casa seria.

En sillas de brazos –cadeiras de honra e destaque- sacerdotes y sacerdotisas amigos del dueño de casa eran colocados en las filas de adelante para poder ser los primeros en recibir el abrazo del orisha festejado. Detrás, la asistencia dividida a la vieja usanza en un sector para varones y otro para mujeres, costumbre que se remontaba a los principios del rito de batuque, cuando era perseguido por las autoridades bajo la acusación de ser “antros de malos hábitos”. Quien conoce las diversidades afrobrasileñas desde adentro jamás podría suponer tal enormidad, porque son religiones que establecen una línea muy firme entre lo público y lo privado, entre lo sagrado y lo profano. Pero como se verá, también en ellas existe de todo, como en botica.

Un pai-de-santo muy conocido –y todavía vivo, por lo que su nombre ha de permanecer en el anonimato- concurrió al festejo acompañado de otro un tanto menor. Ambos fueron colocados en sendos lugares de honor, en el sector masculino. Pero uno de ellos, el que era menor en tiempo iniciático, tuvo la mala suerte de notar cerca de él la presencia de un muchachón de esos que van a las fiestas religiosas confundidos. Seguramente ignoraba que la casa de pai Luiz es una casa de respeto. Y las miradas entre pai-de-santo irresponsable y asistente se volvieron más y más directas sin notar que el ogàn principal de la casa no perdía detalle, observando el cruce de ambas y las señales inequívocas. A un breve cabeceo de complicidad, el muchacho salió de su lugar dirigiéndose al estacionamiento fuera del terreiro. Ni corto ni perezoso, el pai-de-santo paquerador dejó su sillón y salió detrás.

No contaba con que los hechos habían sido registrados por pai José con total disimulo, ya que nada podía empañar la gloria del festejo a Bàrà… Pai José entró en el altar de Bàrà donde siempre había dispuesto un haz de varas de membrillo –los sustitutos brasileños del atòrí- adornados con cinta de color rojo sangre. Y eligió la más flexible, la más verde quizá, para que la disciplina nunca fuese olvidada.

Con ella en la mano la mirada azul celeste recorrió el terreno hasta encontrar entre los coches estacionados a los tortolillos en plena tarea, al abrigo de una camioneta que permanecía en un lugar más apartado y lejos de los faroles. En pocas zancadas pai José se allegó para descargar con furia la vara de membrillo sobre los irrespetuosos que debieron huir marcados por la leal disciplina del ogàn de la casa. El pai-de-santo a los tropezones, a causa de sus anchos bombachudos al nivel de las pantorrillas, el muchacho a todo galope, por la ladera abajo con el lomo caliente.

Más tarde el dueño de casa, que no había tenido oportunidad de conocer los hechos de marras, se extrañaba con pai José de la ausencia del pai NN que había acompañado al pai XX a la fiesta.

-Antes que venga alguien a decir al señor que yo me pasé de la raya abusando de mis funciones –respondió el ogàn- la ausencia de ese señor se debe a que yo mismo lo eché a varazos por no respetar el reino de Bàrà. Y le narró por detallado la escena y su final.

El pai Luiz se mordió el bigote, divertido, y confirmó una vez más que Bàrà no había descuidado su casa sirviéndose de la lealtad a toda prueba del ogàn a quien El mismo había catulado, raspado y elevado a tal dignidad.

Esta anécdota entre otras fue narrada por bàbá José en Buenos Aires, en cena privada de Omi O Bàbá!

Discriminación a la vista

Incógnitas y certezas económicas

Los hombres pueden ganar hasta 28% más que las mujeres en Uruguay, según un informe divulgado en 2007 por la Organización Internacional del Trabajo. Esta brecha de ingreso por trabajo también se ve en el resto de los países latinoamericanos como Argentina (39%), México (37%), Brasil (34%) y Chile (33%)

Lo más sorprendente de este informe es que la brecha no se explica completamente por diferencias en los atributos productivos de los trabajadores, e incluso a mayor escolaridad se aprecia una mayor brecha salarial.

Según una investigación sobre Perspectivas de Género realizada por las Naciones Unidas y el Instituto Nacional de Estadística (INE), el ingreso promedio por hora de trabajo para la mujer oriental en 2006 era de $ 53 mientras que el del hombre ascendía a $ 60 pesos. Esta diferencia salarial es menor en ambos extremos etarios: entre los jóvenes la brecha es de 8,7 puntos porcentuales y entre los más veteranos de 11,2.

Cada vez es más difícil para los economistas encontrar explicaciones a este fenómeno. La especialista en género y empleo Alma Espino contó a Observa su visión al respecto: "La tendencia es que disminuyan las diferencias salariales entre hombres y mujeres pero que aumente la parte no explicada de esa diferencia, es decir, que aumente la discriminación". Espino indicó que una parte de esa brecha no se puede justificar ni por educación ni por experiencia, porque no tiene fundamento en factores económicos. "Cada vez la brecha es más chiquita, es cierto. En promedio las mujeres ganan cada vez más cerquita de los hombres, pero la parte que no se explica por ningún factor se agranda", enfatizó.

Además, la economista dijo que la aceleración con que la mujer latinoamericana ha aumentado su nivel educativo permite deducir que "si no hubiera discriminación, las mujeres tendrían que ganar más que los hombres". Por otra parte afirmó que el sector público es considerado un empleador "menos discriminador" que el privado, porque las formas de ingreso y de ascenso están más vinculadas a concursos con ciertas evaluaciones por competencia.

Machos y hembras

El psicólogo Enrique Mañana, jefe de equipo en Recursos Humanos de la consultora KMPG, hizo a Observa algunas precisiones respecto de las preferencias de las empresas a la hora de seleccionar quién ocupará un cargo de responsabilidad.Mañana opinó que a su entender no existe una generalizada "discriminación", pero que en las empresas sí se relacionan ciertas características de personalidad a cada uno de los géneros: "A un hombre se lo asocia a la ligera a un liderazgo más fuerte o a un don de mando para un entorno donde haya que manejar mucha tensión o presiones, aunque ese tipo de rasgos de personalidad no tienen que ver con el género". Además, precisó que donde más se notan estos preconceptos es en las empresas más pequeñas.Por otra parte el psicólogo aseguró que aún existe la "fantasía" de que la mujer va a comprometerse menos con el trabajo porque tiene que dedicarle tiempo a sus hijos o a las tareas domésticas y eso le va a traer menores resultados a la empresa. "Para nosotros no es así, no creemos que sea así, pero sí existe la fantasía en algunas personas. Eso todavía se nota", dijo.

Empleada y doméstica

En tanto, la doctora en Sociología Karina Battyány afirmó a Observa que "una de las barreras que impiden a la mujer ingresar, permanecer y progresar en su puesto de trabajo es la corresponsabilidad". Esto significa que los hombres tienden a estar más ausentes en el ámbito doméstico, donde la responsabilidad en general recae sobre las mujeres.Pese a que las alternativas del proyecto de desarrollo femenino se han diversificado con los años, "la participación de la mujer en todo lo que es la esfera reproductiva, doméstica y privada es más de las dos terceras partes de lo que es la participación del varón", afirmó la socióloga. Según sus estudios, mientras que la mujer dedica 40 horas semanales puertas adentro del hogar, el hombre destina sólo 15. Asumir un cargo de alta jerarquía con todos los compromisos que involucra fuera de horario confronta con el rol que asume socialmente.En todo esto juegan un papel fundamental los hijos. Según la investigación llevada a cabo por Naciones Unidas y el INE, a medida que aumenta el número de menores en el hogar la tasa de actividad femenina desciende. También queda fuertemente evidenciada la relación entre esta tasa y la concurrencia a instituciones educativas o de cuidado de los hijos, en cuyo caso se incrementa en más de 20 puntos porcentuales.

Oferta y demanda

Entre tanto hay otros factores de segregación que se vislumbran en la propia oferta laboral: las mujeres se concentran en carreras que tienden a ser peor pagas. Según explica Espino, en el ámbito de la medicina los hombres suelen ser mayoría en la especialidad cirugía cardíaca (una de las mejor pagas) y en pediatría lo son las mujeres. La economista advierte que la elección de las mujeres tiene que ver con la socialización que se da en el hogar, en la escuela, en los medios de comunicación, en la religión y también por la realidad que se espera enfrentar en el mercado laboral. En este sentido, Espino sentenció que el razonamiento femenino suele ser: "Si sé que hay oficios o profesiones donde la vida se me va a convertir muy difícil para llegar a algo, de entrada no los elijo".

(Observa)

Avance de los estudios acerca de las religiones afroamericanas en Cuba

Por: Lohania Aruca Alonso
27 de Mayo, 2008

- El domingo 25 de mayo, Día Internacional de África, fue inaugurado el Primer Coloquio de investigaciones y estudios sobre religiones afroamericanas en el gran salón del antiguo Oratorio San Felipe Neri, uno de los espacios eclécticos más bellos y solemnes que se encuentra en La Habana Vieja. Este evento de las ciencias sociales cubanas está organizado por el Instituto Cubano de Antropología, el Ministerio de Ciencia Tecnología y Medio Ambiente, y, además, cuenta con el apoyo de la Oficina Regional de Cultura para América Latina y el Caribe de la UNESCO.

Notables personalidades de la comunidad científica, de la UNESCO y de la diplomacia africana representada en Cuba estuvieron presentes en el acto. El director del ICAN, Rafael Robaina Jaramillo, agradeció la presencia de distinguidas personalidades extranjeras, lo cual respaldaba la atención e interés que acaparaba el Coloquio y subrayó la asistencia y participación de delegados de distintas provincias cubanas que le imprimía al encuentro una alta significación nacional. Por su parte el representante de la UNESCO Sr. Herman Van Hoof en nombre de la ORCALC, resaltó la colaboración que durante años se ha practicado en el campo de la cultura y la ciencia afrocubana con instituciones del país, como la Casa de África de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana, la Fundación Fernando Ortiz, la Comisión Nacional Cubana de la UNESCO y el Ministerio de Ciencia Tecnología y Medio Ambiente.

El Dr. Miguel Limia, presidente del Consejo Nacional de Ciencias Sociales del CITMA, señaló el importante aporte de los estudios presentados al Coloquio para la historia de la resistencia del esclavo africano en nuestro continente y para la dignificación de su persona y cultura, excluidas y rechazadas en muchos casos, fundamentalmente debido a los prejuicios raciales.

Finalmente, el Excelentísimo Embajador de Mali se refirió al misterio de la ciudad de Tombuctú y de su universidad islámica que gozó de gran prestigio por centurias; su matrícula llegó a alcanzar veinticinco mil alumnos antes del siglo XV, con anterioridad a la penetración del colonialismo europeo. Aclaró que la cultura africana a más de una rica oralidad, posee con numerosos documentos escritos. En la actualidad se están rescatando y preservando alrededor de veinte mil de estos con mira a su futura publicación, gracias a la ayuda internacional recibida a través de la UNESCO.

El programa científico del Coloquio incluye el trabajo en cuatro comisiones que funcionarán el 26 y 27 de mayo en las sesiones de la mañana y la tarde. La Comisión 1 Problemas teóricos y prácticos en la investigación de las religiones afroamericanas debatirá en total dieciséis ponencias que proceden de distintos municipios habaneros, de las universidades de Las Villas, La Habana, de la Casa del Caribe de Santiago de Cuba, la Biblioteca Nacional José Martí, así como del Central México en Matanzas o del Museo de Caibarién. Los temas son igualmente variados: jurídicos, como el “Tratamiento dado por la legislación a las religiones de antecedente africano”, de elaboración teórica “La Yorubanización en Cuba”; sobre el rescate del patrimonio tangible “Los muros hablan”, o, una “Presentación de la cocina ritual. Degustación”.

En la Comisión 3, que en la práctica es una extensión de la anterior, se alternan informes y reflexiones cuyo contenido también está referido a los problemas teóricos y prácticos que plantea la investigación en torno al principal tema del coloquio. La Dra. María del Carmen Barcia ofrecerá “Una visión social. Cabildos y cofradías en La Habana”. Son atractivas las propuestas por el Dr. Jean Berlie, República China, titulada “Comparación cultural entre las religiones africanas y el Islam en África” y “El año viejo, el año nuevo. La ceremonia religiosa en un Centro de Umbanda”, por la Dra. Maria de Nazaré Baiocchi de Brasil.

La Comisión 2 Las religiones afroamericanas en el arte y la comunicación social, escuchará y discutirá diecisiete ponencias en las jornadas del 26 y 27. Algunos son trabajos de especialistas reconocidos. Por ejemplo “Oralidad y Liturgia” por la Dra. Martha Cordiés Jackson, del Centro Cultural Ortiz – Lachatañeré de Santiago de Cuba; y del MSC Manuel Rivero Glean, por la Escuela de Altos estudios de hotelería y turismo, “Sustentabilidad social de la recreación artística de los temas y rituales de las religiones cubanas de origen africano en la industria cultural y el turismo”.

Por último, se debatirán ponencias alrededor del tema “Las religiones afroamericanas en la educación ambientas y patrimonial. Problemas, tendencias y urgencias” en la Comisión 4. De un total de dieciséis trabajos, que testimonian el gran interés de la cuestión que se aborda, y sus múltiples aristas, nos llaman la atención títulos tan sugerentes como “Hombres de verdad: el paradigma ético del abakuá” presentado por la MSC Odalys Pérez Martínez del Bufete Colectivo Habana Vieja; “Ashé vegetales, identificación, significados y usos en la Regla de Ocha en Cuba”, por el MSC Julio Martínez Betancourt del Jardín Botánico Nacional. Mientras que, la Dra. Ana M. Luna, reconocida especialista del Instituto de Filosofía realizará una “Aproximación teórica al rol de las creencias en la percepción ambiental”.

Es favorable al éxito del coloquio y a su impacto social y cultural la opinión de los funcionarios y científicos sociales presentes en la apertura de este encuentro. Lázaro Pijuán, técnico del Instituto Cubano de Antropología y babalawo con una práctica religiosa de diecinueve años, se refirió a la extraordinaria valía que tiene este amplio encuentro para el conocimiento y la mayor comprensión de estas expresiones de la cultura afroamericana.El vicepresidente del Instituto de Historia de Cuba MSC Julio Renzoli Medina, afirmó que el coloquio es en sí mismo una acción muy importante del Instituto Cubano de Antropología y del Consejo Nacional de Ciencias Sociales. Y concluyó su reflexión al respecto:

“Para las Ciencias Históricas que son parte de ese mismo conglomerado, tiene enorme trascendencia este evento. Se dice corrientemente que la cultura africana en toda su diversidad es uno de los componentes esenciales de la cubana. Pero la profundización en aquella, no sólo profesar sino investigar científicamente las religiones de procedencia africana cuyo proceso de sincretismo con la religión aportada por los colonizadores europeos formó indiscutiblemente una cultura nueva, criolla y mestiza -cubana- constituye un notable paso de avance y enriquece el alcance cognoscitivo sobre nuestra identidad nacional y cultural. Por otro lado, en los estudios históricos de Cuba se abre una nueva etapa con el subprograma (del Programa nacional de Historia) que trata acerca de la diáspora africana, la esclavitud y la cultura del negro libre en el siglo XIX, coordinadamente con el Archivo Nacional y el Instituto Cubano de Antropología. Hasta el momento únicamente se habían tratado dichos temas de forma aislada por algunos investigadores. Las relaciones académicas entre el Instituto de Historia de Cuba y otros similares africanos en relación con el estudio de estos temas todavía no existen; pero pienso que también deben incluirse dentro de las perspectivas de esta temática.”

Fuente: CUBARTE

Brasil prohíbe libro de un cura por incitación a la discriminación

La ilustración se titula "Loca histérica", y parece muy a propósito para refrendar la noticia...

Caza de brujas Siglo XXI

La Justicia brasileña prohibió la venta y la distribución de toda la edición de un libro escrito por el sacerdote católico Jonas Abib, que actúa en Salvador, Estado de Bahía, en el que vincula a las religiones africanas con el demonio, se precisó ayer. "El demonio no es nada creativo; él antes se escondía por detrás de los ídolos, hoy se esconde en los rituales y en las prácticas de espiritismo, de la umbanda y del candomblé", escribió Abib en su libro "Sí, sí; no, no. Reflexiones de cura y liberación". El cura que pertenece a la comunidad católica Canción Nueva del sector conservador llamado Renovación Carismática fue acusado de cometer "práctica e incitación de discriminación y prejuicio religioso", dijo el fiscal Almiro Sena. Abib realiza en el libro "afirmaciones mentirosas y discriminatorias de las religiones espiritistas y las de matriz africana, como umbanda y candomblé", según el fiscal. En otro pasaje de su libro que fue retirado de los puntos de venta, el sacerdote católico sostiene que "el espiritismo es como una epidemia que debe ser combatido como tal, como un foco de muerte". En el Estado Bahía el libro vendió 400.000 ejemplares en 2007. La congregación Canción Nueva negó las acusaciones contra el libro en un comunicado en el que afirma que la obra "es meramente conceptual y no tiene objetivos de discriminar". "El libro es para orientar a los católicos a vivir con coherencia en la vida cristiana de acuerdo a la línea filosófica y teológica defendida por la Iglesia", añade la nota. (Télam)

La más grande voz de Brasil en dúo


Maria Bethânia - Omara Portuondo

Las dos cantantes y compositoras se prensentan en el Luna Park el próximo
7 de Junio con entradas desde $70.

Son las 2 voces más reconocidas de Brasil y Cuba, y se han juntado para grabar un disco juntas que salió en marzo en Brasil y recientemente en Argentina.

Las entradas ya están a la venta en el Estadio y a través de Ticket Portal (5353-0606) o por internet.


Fecha: Sábado 7 de Junio, 21:00 Hrs.
Lugar: Estadio Luna Park, Bouchard 465, T: 4311-5100.
Cómo llegar:
Subte:
Linea B estacion: L.N. ALEM.
Colectivos:
4,6,20,23,26,28,33,45,50,54,56,61,62,74,91,93,99,1 05,109,126,130,140,143,146,152,159,180.
Precios:
Platea preferida (fila 1 a 15 centros): $240.
Platea preferida lateral (fila 1 a 15 costados): $220.
Platea (desde fila 16 centro): $200.
Platea lateral (desde fila 16 costado): $180.
Super pullman: $160.
Pullman: $130.
Platea Cabecera: $70.

"Mi voz es Dios en mí"

Desde hace más de cuarenta años, el nombre de Maria Bethânia es sinónimo de música popular brasileña. Se crió en Bahía con su hermano, Caetano Veloso, y compartió escenarios con los exponentes más emblemáticos de una época de oro: Chico Buarque, Gal Costa, Gilberto Gil. Y a pesar de que admira a las nuevas generaciones musicales de su país, creó un espectáculo que reivindica canciones de hace más de medio siglo y buscó una voz original para acompañarla. Con ese trabajo junto a la cubana Omara Portuondo es que llegará a Buenos Aires el 7 de junio próximo.

—El disco tiene canciones hechas en los años 50. ¿Por qué eligió ese período?

—Eso fue un pedido de Omara. Cuando supe que íbamos a hacer un álbum juntas, le pregunté qué período de la música cubana quería rescatar, para poder relacionarla con la de Brasil. Me dijo que la de los años 50. Aprovechando que esa época musicalmente hablando en Brasil fue muy fructífera, elegimos trabajar con ese repertorio pero siempre con la libertad para usar autores contemporáneos si era necesario. Y eso hicimos.

—¿Todavía la emociona cantar canciones escritas hace treinta, cuarenta o cincuenta años?

—Sí, son las que más he interpretado últimamente, las de grandes genios como Heitor Villalobos o Capipa, los compositores más tradicionales, más ligados a la tierra en el sentido de pertenencia. La música es cíclica y muy poderosa. Y esos genios influyeron en otros, como Tom Jobim o Vinícius de Moraes; y ellos a su vez en los tropicalistas, que llegamos después.

—¿Qué queda hoy de esa Tropicália? ¿Hay un sustituto?

—Hoy mismo, artistas como Arnaldo Antunes o Carlinhos Brown están haciendo un trabajo innovador, importante. Pero la música no tiene sustitutos, se va haciendo de diferentes movimientos a lo largo del tiempo. La bossa nova, el tropicalismo, el samba tradicional son el origen de la música nueva, con voces tan diversas como Adriana Calcanhotto, Os Paralamas do Sucesso o Djavan... Pero decir que ellos tomaron nuestro lugar es disminuir la creación, y la creación es la vida "pra frente", que siempre fue una característica de Brasil.

—¿Cómo ve a las voces femeninas de su país?

Adriana Calcanhotto, la misma Marisa Monte, Ana Carolina, Vanesa Matta: todas brillan porque nuestra música tiene ese brillo. Igual, las mujeres en cada movimiento que ha habido se han destacado y complementado.

—¿Y a quién de ellas considera su heredera?

—¿Heredera?

—Sí...

—No, yo no tengo herederas.

—¿Cuáles son las similitudes musicales entre Brasil y Cuba?

—Los dos pueblos son de raíces negras, de regiones africanas próximas entre sí. También la alegría por la música, los dos somos pueblos que curtimos (disfrutamos) y la expresión musical de ese placer es la misma: ellos tienen la salsa y la rumba, y nosotros el samba.

—¿Ya conocía a Omara? ¿Cómo se entienden?

—No. Nos conocimos ahora. Creamos un espectáculo para que ella se luzca y cada una hace su pequeño recital. Ella es más inquieta, más paseandera que yo; yo soy muy quieta, mucho más tranquila. Ella sale y yo me quedo en casa. Y está fascinada con Brasil. Siente que el pueblo es muy afectuoso, que la recibió con los brazos abiertos en cada uno de los shows que estamos haciendo, con mucho éxito. Me pone muy feliz que la reverencien, porque mi intención es ésa.

—¿Conoce Cuba? ¿Qué le parece?

—Sí. La Habana me parece muy bonita, y fui el último año a tocar con Chico Buarque a Varadero. Lo que más me gusta de allí es la música.

—¿Cómo lleva el paso del tiempo?

—Llevándolo. El tiempo es el que manda, no yo.

—Y la voz, ¿cómo la cuida?

—Está muy bien resguardada. Es lo máximo que tengo. Mi voz es Dios en mí, entonces la cuido como algo sagrado.

—¿Todavía va a Bahía, se reúne con su familia?

—Por supuesto. En Santo Amaro de Purificaçao está mi casa, mi madre - la legendaria dona Canô - que cumplió cien años en febrero del año pasado y mi gente. La fiesta que hicimos para mi madre paralizó la ciudad. Participaron todos.

—¿Y cómo es la relación con su hermano Caetano y su sobrino, Moreno? ¿Le gusta la música que hace?

—Mi hermano Caetano es un hombre bello y de un pensamiento extraordinario. Es un gran poeta, un gran compositor, y lo dice mi voz autorizada de cantante. Moreno encontró su propio camino musical, lo que me parece muy saludable. No necesitó del nombre de Caetano para hacerse de uno propio. Estoy muy feliz y orgullosa de los dos.

—Hizo muchos shows con Gilberto Gil, hoy ministro de Cultura. ¿Cómo es su relación actual? ¿Se encuentran?

—Mi relación es de amigos: es mi gran amigo desde la adolescencia. Es un gran compositor, un gran cantante y uno de nuestros mayores éxitos. Desde que aceptó ser ministro hace ya ocho años, para mí nada cambió. Pero creo que él debería volver a la música, nos hace mucha falta. Mi último encuentro fue en uno de los shows que hicimos con Omara en Río, fuimos a cenar y nos quedamos hablando como siempre, toda la noche, de toda nuestra vida.

—¿Y usted hubiera aceptado un cargo público?

—No, yo soy muy de mi casa, muy de puertas adentro, muy tranquila, muy pueblerina, aunque vivo en Río desde 1975.

—Desde que Lula es presidente, ¿la gente pobre está mejor?

—(Duda) No sé si responder eso... Por lo que yo tengo visto en mi pueblo, en mi región, los pobres están igual, o peor... Yo leo en el diario que la Bolsa sube, que descubrimos yacimientos de petróleo, que el valor del dólar cayó; pero yo no entiendo ese Brasil virtual, no lo entiendo... En el Brasil real, el de las personas, la miseria es la misma o peor.

—¿Qué piensa de las mujeres en el poder en América latina? ¿Cómo ve a Cristina, a Michelle Bachelet?

—El hecho de que estén ahí me parece bastante colorido. Las mujeres tienen la misma capacidad que los hombres para gobernar y para devolverles algo a sus países. Y creo que eso es importante. El mundo cambió.

—¿Qué cosas de la vida moderna se niega a vivir?

—Yo no me niego a nada. Sólo a aburrirme, a la falta de educación, a la pretensión de los idiotas... no tengo ningún problema con la tecnología o las cosas nuevas porque son parte de un futuro que yo todavía no viví.


ìyá Zulema t'Òsun


María Zulema Bustos, ìyá Zulema t'Òsun -aquí con su esposo bàbá José Nunes ti Sònpònnòn- es una sacerdotisa argentina a la que uno sospecha que debe tener muchos más años de los que aseguran sus documentos dada la enormidad de cursos y aprendizajes que ha hecho en el transcurso de su vida. Fuera de broma, Zulema es "un'arca de scienza": sabe de todo, es curiosa al extremo y tiene una extraordinaria capacidad de aprendizaje.Fue iniciada en Ituzaingó por la ìyá Esther de Yemoja pasando luego a la mano de su bàbá nlá Dany t'Òsun de Alvorada. Está establecida desde hace ya varios años en la capital de Córdoba, en el Boulevard Bulnes muy cerquita de las vías del tren, tal como se le anunciara que iba a suceder. Casada con bàbá José Nunes, quien fuera el ogàn de bàbá Luiz de Bàrà -ìgbà e- y privilegiado testigo de la vida excepcional de este sacerdote portoalegrense de feliz memoria, desenvuelven las tradiciones más puras de Oyó en la capital cordobesa en un clima de alegría y servicio al abrigo de las sierras en medio de un paisaje verde que cuidan con esmero. Ìyá Zulema parece una abejita, elaborando incesantemente textos y presentaciones para enmarcar y enfatizar las disertaciones de su esposo que constituyen uno de los hitos del Seminario sobre el batuque, sus tradiciones y filosofías que viene realizando exitosamente ìyá Peggie Fáwunmi en Omi O Bàbá!
El natural afectuoso de Zulema, su simpatía y su permanente alerta la convierten en una figura imprescindible del quehacer batuquero siempre dispuesta a aprender -y enseñar- mucho más. Que Òsun, su divinidad personal, siempre la proteja y estimule a ese sostenido crecimiento al que legítimamente aspira pues trabaja con ahínco para ello.

Mistura fina que ni umbanda

QUANDO O BATUQUE COMEÇAR

Será que vai ter cabra dançando curvado
Que nem o Preto-Véio
Com a mão no joelho
pra se segurar, será?

Será que vai ter gente queimando, ardendo,
Sofrendo, pagando o que deve
Implorando pro Exu Brasa não mais lhe queimar, será?

Será que vai ter nêga dançando e cantando
Vestindo de vermelho e branco,
Rodando e mostrando a todos o seu patuá, será?

Será que vai ter nêgo batendo tambor
Esperando o Xangô, Agogô ou Caô
Pedindo a paz e bebendo o seu aluá, será?

Será que vai ter mucambo trazendo a pipoca,
Ou então a farofa, trazendo a cachaça,
Pois hoje é dia do Exu Ventania descer pra informar, será?

Será que vai ter caboclo chegando numa linha cruzada
Quebrando a inçaba, revelando seu nome que é Malembá,
Representa Oxalá, assim disse o Ifá pra sessão acabar!

NZINGA


El Grupo de Micro-emprendedoras Nzinga aspira a lograr una mayor presencia de las afrodescendientes en la sociedad, crecimiento laboral y promover la cultura a través de actividades basadas en sus raíces.
Para esto deseamos realizar actividades que fortalezcan el trabajo del grupo y su identidad permitiendo el mejoramiento constante de la calidad y la difusión de los productos y servicios.
Gestionaremos apoyos y la integración de redes.Realizaremos talleres interactivos de distintas actividades informativas, educativas y de producción de artesanías.
La esperanza es que nuestra experiencia sirva de referente a mujeres afrodescendientes. Es nuestra mayor aspiración.

KIZOMBA


“Nadie sabe más del racismo que sus propias víctimas”.

Delegaciones de Brasil y Uruguay subrayaron la importancia de denunciar los casos de racismo para hacer más visible el flagelo y evidenciar la realidad.



Objetivo general: Fortalecer políticas regionales con la implementación de medidas por la equidad racial, a partir del desarrollo de las organizaciones afrodescendientes y del involucramiento de los gobiernos locales y nacionales.

Objetivos Específicos: Discutir los discursos y la s doctrinas racistas que surgen a partir de las condiciones sociales y culturales preexistentes, que tienen su fundamento en el preconcepto de la inferioridad de grupos o razas frente a otros; Fomentar la discusión y el análisis de la situación de los Afrodescendientes transversalizando los temas de orden social, político, cultural, educativo, de salud y otros, a partir de la exclusión histórica y su actual complejidad en el contexto de la diversidad; Combatir al racismo y afirmación de la identidad regional a partir del rescate y valorización cultural; Reivindicar el derecho a la propia cultura como inherente a los derechos humanos; Impulsar la identidad cultural en el plano espiritual, artístico, culinario, musical y lingüístico, afirmando las tradiciones culturales regionales como formas originales de expresión; Reconocer y visibilizar la vitalidad de los aportes culturales afro a la cultura general; Generar un espacio de intercambio e integración cultural y académico entre los participantes; Fortalecer este espacio como una herramienta valiosa para la promoción de medidas, creación de proyectos, y propuestas calificadas para el encare de la problemática de los Afrodescendientes y de otras etnias en situación de exclusión.

Antecedentes: El Foro Binacional Kizomba tiene su primera edición en marzo de 2003, destacando como resultados: acuerdo de trabajar en torno a la identidad regional; ejes fundamentales de acción la educación, la formación, el intercambio y la integración, procurando profundizar en el tratamiento y aprendizaje de los distintos temas para el fortalecimiento de los conocimientos; acuerdo de la necesidad de reeditar el Foro todos los años en el mes de marzo, en el entorno del día 21, en virtud a que es la fecha en que se conmemora el Día Universal de Lucha contra la Discriminación Racial.

Festa Da Raça

Letra:
Valeu Zumbi
O grito forte dos Palmares
Que correu terras céus e mares
Influenciando a Abolição
Zumbi valeu
Hoje a Vila é Kizomba,
É batuque, canto e dança
Jogo e Maracatu
Vem Menininha pra dançar o Caxambu!
Vem Menininha pra dançar o Caxambu!
Ô ô nega mina
Anastácia não se deixou escravizar!
Ô ô Clementina
O pagode é o partido popular!
Sarcedote ergue a taça
Convocando toda a massa
Nesse evento que com graça
Gente de todas as raças
Numa mesma emoção
Esta Kizomba é nossa constituição
Esta Kizomba é nossa constituição

Que magia!
Reza ajeum e Orixá
Tem a força da Cultura
Tem a arte e a bravura
E um bom jogo de cintura
Faz valer seus ideais
E a beleza pura dos seus rituais!

Vem a Lua de Luanda
Para iluminar a rua
Nossa sede é nossa sede
De que o Apartheid se destrua.
Vem a Lua de Luanda
Para iluminar a rua
Nossa sede é nossa sede
De que o Apartheid se destrua.

Valeu,
Valeu Zumbi!



Carta abierta

Rio de Janeiro, 24 de Maio de 2008

A Suas Excelências os Senhores
Deputado Federal Edson Santos de Souza
Ministro-Chefe da Secretaria Especial de Políticas de Promoção da Igualdade Racial & Gilberto Passos Gil Moreira, Ministro de Estado da Cultura

Senhores Ministros,

Na esperança de que a presente missiva os encontre o melhor possível, dirigimo-nos a Vossas Excelências, em nome de todos os associados e amigos do IDII, para expressar nossa dor e amargura pela situação lastimável em que se encontra a Igreja da Imperial Irmandade de Nossa Senhora do Rosário e São Benedito dos Homens Pretos do Rio de Janeiro.
Conforme tem sido amplamente noticiado pela imprensa falada e escrita, a histórica Igreja, bem imóvel da Irmandade, foi penhorada por ordem do egrégio Tribunal de Justiça do Estado do Rio de Janeiro. Isso é inadmissível. A Igreja do Rosário é, repita-se quantas vezes forem necessárias, um dos templos históricos mais importantes do Brasil. Nosso Instituto Cultural nasceu lá, em 13 de Maio de 2001, para revificar a memória da Redentora e de todos os Abolicionistas do Brasil, precisamente porque ela é o mais esplêndido ícone físico do maior movimento social brasileiro do Oitocentos: o Abolicionismo. Mesmo antes da década de 1880, já na chegada da Corte Portuguesa ao Brasil, em 1808, a Igreja teve o papel de destaque garantido por ser, à época, a sé catedral do Rio de Janeiro. Foi o primeiro prédio visitado por D. João em 8 de março de 1808 e, a 13 de maio do mesmo ano, lá comemorou-se o primeiro aniversário do Príncipe Regente em terras brasílicas — o termo “brasileiro” ainda não existia. Mesmo depois de a Sé ter se transferido para a Capela Real de Nossa Senhora do Carmo (esquina das atuais ruas cariocas Sete de Setembro e Primeiro de Março), pelo fato da Rainha enferma (D. Maria I) viver no convento contíguo a esta igreja e assistir missas diariamente, a Igreja do Rosário continuou sendo palco de importantíssimos momentos daquilo que se constituiria em movimento de emancipação nacional. Após o retorno de D. João VI a Portugal e a efetivação da Regência de D. Pedro de Alcântara, houve a formação do “partido brasileiro”, precisamente no Consistório da Igreja do Rosário, local em que funcionava o Senado da Câmara do Reino do Brasil. Em 9 de Janeiro de 1822, como é sabido, uma deputação de senadores saiu da Igreja e foi ao Príncipe levar o posicionamento dos parlamentares, clamando a Sua Alteza que ficasse no Brasil e que não mais obedecesse às ordens das Cortes de Lisboa (parlamento português), onde os liberais burgueses exigiam a recolonização de nosso País. Por fim, em 13 de Maio de 1822, D. Pedro foi aclamado na Igreja do Rosário como “Defensor Perpétuo do Brasil” e daí em diante a Independência efetiva só fez apressar. Em todos esses eventos históricos, a presença da irmandade negra do Rio de Janeiro teve papel preponderante. É um avilte que interesses pecuniários queiram destruir a História do Brasil. Como instituição cultural que representa uma parcela da sociedade civil organizada — ainda que pequena —, vimos a Vossas Excelências rogar por uma solução aos problemas da Irmandade do Rosário do Rio de Janeiro. O MUSEU DO NEGRO que funciona no sobrado da Igreja vive em situação de precariedade absoluta; parece que atualmente não possui sequer museólogo responsável. Lá estão os dois únicos estandartes abolicionistas que restaram dos heróicos anos 1880. Conforme registra o historiador Eduardo Silva, um dos maiores estudiosos e mais atuantes defensores da memória abolicionista na academia de História e Ciências Sociais do Brasil atual, a Igreja do Rosário era o “quartel-general do Abolicionismo”.

Este Instituto, organização não-governamental propugnadora do neo-abolicionismo no Brasil — semelhante ao que Vossa Excelência, Ministro Gil, chamou recentemente de “segunda Abolição” —, pretende com esta Carta Aberta, demandar que um projeto cultural de grande monta dê conta da restauração do histórico edifício carioca, para o bem não só da memória dos afro-brasileiros — terminologia que engloba a quase todos nós, miscigenados que somos —, mas para a MEMÓRIA DO BRASIL.

Muito respeitosamente,
Juarez do Nascimento Fernandes de Távora -Presidente de Honra
Laerte Lucas Zanetti - Presidente
Bruno Hellmuth - Vice-Presidente
Vanderli Teixeira de Faria - Secretário

Selene Soares Cruz
Inoã Pierre Carvalho Urbinati
Carlos Roberto Bastos Pereira - Conselheiros de Administração

Otto de Alencar de Sá-Pereira - Decano do Conselho Consultivo
Francisco Camões de Menezes - Vice-Decano do Conselho Consultivo

Senhora Sebastião Perlingeiro (Condessa Olga Csàky)
Ana Maria Enout Rebouças
Lêda Machado
Maria de Lourdes Lamonica
Sandra Ramon Franco
Cristina Alves Labrujó
Sebastião Leite Abreu Perlingeiro
Gastão Reis Rodrigues-Pereira
João Pedro de Saboia Bandeira de Mello Filho
Adilson de Vasconcellos Leal
Gary de Oliveira Bon-Ali
José Silvio Leite Jacome
Celio Gallotti Guimarães
Eduardo Pellew Wilson, Conde de Wilson
Alexandre Carneiro de Mendonça
Bruno da Silva Antunes de Cerqueira
Thyago Silva Mathias - Conselheiros Consultivos do IDII

Barra Bonita (SP) - Antonio A. Belarmino Jr.
Brasília (DF) - Roberto Ricardo Mäder N. Machado
Curitiba (PR) - Zelia Maria Nascimento Sell
Curitiba (PR) - Clayton Maranhão - Vice-Representante
Fortaleza (CE) - Stelio Maia Ferreira Marinho
Fortaleza (CE) - Maria Adelaide Flexa Barreto - Vice-Representante
Mesquita (RJ) - Luís Severiano Soares Rodrigues
Natal (RN) - Francisco Anderson Tavares Lyra
Niterói (RJ) - Francisco Tomasco de Albuquerque
Pelotas-Pedro Osório (RS) - Bruno de Oliveira Barbozza
Porto Alegre (RS) - Fernando Baptista Bolzoni
Ribeirão Preto-Caconde (SP) - Alexandre Affarelli
Rio Bonito (RJ) - Francisco Silvino Teixeira das Flores
Salvador (BA) - Caio Cesar Tourinho-Marques, Visc. de Tourinho
São José do Rio Preto (SP) - Jorge J. Bittar Al-Sheik
São Luís (MA) - João Rezende Dias Filho
São Paulo (SP) - Kristhian Gustav Rupp-Mancilla
Sorocaba (SP) - Marco de Mesquita e Bonfim Romiti
Sumé (PB) - Antonio Aprígio Pereira - Conselheiros da IDII

El PRIMER GENOCIDIO DOCUMENTADO: CARTAGO (146 a. C.)

por BEN KIERNAN


Delenda est Cartago (“¡Cartago debe ser destruída!”) podría ser la primera incitación al genocidio que registra la historia. Fueron palabras del censor Catón (Marcus Porcius)1. Cuenta Plutarco que Catón cerraba con esta proclama todos sus discursos en el Senado romano, “cualquiera fuese el tema en cuestión”, desde 153 a.C. hasta su muerte en 149 a.C., a los 85 años. Escipión Nasica (sobrino y yerno de Escipión el Africano, vencedor de Aníbal en la Segunda Guerra Púnica del 218 al 203 a.C.) siempre contestaba: “Habría que dejar existir a Cartago”. Pero estos adversarios fueron silenciados. Roma había decidido la guerra “mucho antes” del comienzo de la tercera guerra púnica, poco antes de la muerte de Catón. Uno de sus últimos discursos en el Senado, ante una delegación de Cartago, en 149, fue crucial:

¿Quiénes han violado el tratado varias veces? ... ¿Quiénes han hecho la guerra de la manera más cruel? ... ¿Quiénes asolaron Italia? Los cartagineses. ¿Quiénes piden perdón? Los cartagineses. Piensen el modo más conveniente de acoger su demanda.

Los delegados cartagineses no tuvieron derecho a responder. Poco tiempo después, Roma sitió durante tres años a la ciudad más rica del mundo. Sobre una población de entre 200 y 400.000 habitantes, al menos 150.000 cartagineses perecieron. Apiano describió una batalla en la que “70.000 hombres, incluídos los no combatientes” fueron muertos, probablemente una exageración. Pero Polibio, que participó en la campaña, confirmó que “el número de muertos era increíblemente alto” y que los cartagineses resultaron “totalmente exterminados”.En 146, las legiones romanas conducidas por Escipión Emiliano, aliado de Catón y cuñado de su hijo, arrasaron la ciudad y esclavizaron a los 55.000 sobrevivientes de los cuales 25.000 eran mujeres. Plutarco concluye: “La aniquilación de Cartago... se debió esencialmente a la opinión y a los consejos de Catón”.

No se trataba de una guerra de exterminio racial. Los romanos no masacraron a los sobrevivientes ni a los varones adultos. Cartago tampoco fue víctima de un Kulturkrieg. Pese a que los romanos destruyeron también cinco ciudades africanas de la cultura púnica aliadas, fueron indulgentes con otras siete que se le habían unido. Sin embargo, en 149 los cartagineses habían aceptado la exigencias de Roma de entregar sus 200.000 armas personales y las 2.000 catapultas. No sabían que el Senado había decidido secretamente “destruir Cartago para siempre, una vez que la guerra haya terminado.” La nueva y sorpresiva exigencia de abandonar la ciudad en forma inmediata significaba el abandono de sus altares y de sus cultos religiosos. Por esta razón los cartagineses resistieron en vano. Roma decidió “la destrucción de la nación.” Su política de “extrema violencia”, la “aniquilación de Cartago y de la mayoría de sus habitantes”, que dejó en ruinas “una cultura entera”, coincide con la moderna definición legal de 1948 de la Convención sobre Genocidio de las Naciones Unidas: la destrucción intencional“total o parcial, (de) un grupo nacional, étnico, racial o religioso, como tal.”

Sería injusto condenar a los antiguos romanos por la violación de una ley penal internacional del siglo XX, o desconocer la encendida oposición que la política de Catón encontró en la propia Roma. ¿Pero qué ideología exigía la desaparición de una ciudad comercial desarmada? Independientemente de las razones militares que imponían la continuación del sitio después de 149, resulta significativa la motivación sociopolítica del principal sostenedor de la destrucción. Finalmente, Catón consiguió la mayoría en el Senado, pero la profundidad de su compromiso personal era poco común. Su catálogo de las atrocidades púnicas hizo vibrar a la audiencia, que recordaba los sufrimientos que el ejército de Aníbal había hecho padecer a Italia. Badiano escribe que “el odio y los resentimientos hacia [Cartago] han debido incubarse en la mente de los senadores, aun cuando hasta los años ‘50 jamás hubo una duda razonable sobre la lealtad de esa ciudad.” La lista de las violaciones al tratado por parte de los cartagineses, atribuída a Catón, era no sólo legalista –ningún otro escritor “puso tanto énfasis en la cuestión”–, sino también históricamente poco sólida.

En el pensamiento general de Catón también hay muchas características modernas de tragedias recientes como el Genocidio Armenio, el Holocausto y las catástrofes de Camboya y de Ruanda. Quienes cometieron estos crímenes en el siglo XX se inspiraron, como Catón, en el expansionismo militar, la idealización de la agricultura, las ideas de jerarquía de los sexos y de la jerarquía social, así como en los prejuicios raciales o culturales.

La expansión militar

A pesar de la “asombrosa regularidad de las guerras libradas por Roma” en esta época, la política de destrucción de Cartago salía de lo habitual. Por un lado se planificó anticipadamente y por otro, continuó aún después de la capitulación de la ciudad. Los autores tienen opiniones divergentes acerca de la amenaza que Cartago representaba para Roma y tampoco coinciden acerca de si las exigencias de Roma estaban calculadas para reducir a Cartago a su mínima expresión o si las motivaba una “enorme sed de poder”. Pero para Catón, el peligro también era una cuestión interna. Administrador distinguido y brillante orador romano, hombre de letras y de acción (“Ateneos al tema; las palabras vendrán después”), como veterano de la Segunda Guerra Púnica, se expresó con una franqueza brutal cuando criticó por primera vez la prodigalidad de Escipión el Africano. Con incesantes alegatos de corrupción, Catón se encarnizó con Escipión hasta la muerte de éste, ocurrida en 183. Plinio señaló que la historia de Catón de las dos primeras guerras púnicas “omitió los nombres” de varios Escipiones y de otros comandantes de legión, para sólo nombrar irónicamente al elefante de Aníbal. La gloria era una tentación peligrosa. Para Catón, “la avaricia y la extravagancia... fueron el origen de la destrucción de todos los grandes imperios”. Del mismo modo, insistió enfáticamente en la dominación militar romana. “Los cartagineses ya son nuestros enemigos, porque el que prepara una acción contra mí de modo de poder hacer la guerra cuando le convenga, ya es mi enemigo aunque todavía no utilice armas.”

Elegido cónsul en 195, Catón se hizo cargo de la comandancia de Hispania, anteriormente dominada por los cartagineses y reprimió rebeliones importantes. Era un general valiente y eficaz que se destacaba “por su crueldad con los enemigos derrotados”. Tito Livio le demuestra cierta simpatía: “Catón tuvo muchas dificultades para doblegar al enemigo... porque en esas circunstancias tenía que reconquistarlos como esclavos que hubiesen pedido su libertad”. Catón dió órdenes a sus oficiales en Hispania “de obligar a esta nación a someterse nuevamente al yugo del que se había soltado”. Tito Livio cita aproximadamente 40.000 enemigos muertos en una sola batalla. Cuando se rebelaron siete ciudades, “Catón condujo su ejército contra ellas y las sometió, sin que valga la pena mencionar ninguna batalla pero luego, después de una nueva revuelta, se aseguró de que “los vencidos no se beneficiaran con el mismo perdón que antes. Todos fueron vendidos como esclavos en el mercado público”. Plutarco por su parte sostiene que Catón sometió a ciertas tribus por la fuerza y a otras mediante la diplomacia. “El mismo Catón afirma haber capturado más ciudades en Hispania que la cantidad de días que pasó en ella. Y no es poco decir, si es cierto que este número superó efectivamente los 400. Sin embargo, Catón “estuvo en Hispania bastante tiempo más”. Uno de los Escipiones intentó relevarlo de su comandancia. En respuesta, Catón tomó “cinco compañías de infantería y 500 caballos y sometió a la tribu de los Lacetani (Iaccetani) por la fuerza de las armas. Además, apresó y ejecutó a 600 de los que se habían pasado al enemigo. A semejanza de otros jefes, Catón era sanguinario ante la oposición militar y tolerante con los que se sometían.

En 154 la rebelión estalló nuevamente en Hispania. Desde Roma, Catón iba a seguir muy de cerca estos acontecimientos. A la rebelión de los lusitanos le siguió otra en Macedonia en 151, y finalmente la de los aqueos en el Peloponeso dos años más tarde. En 152, de misión en Cartago -a los 81 años- Catón se escandalizó ante el renacimiento de la ciudad después de la derrota. Liberada del imperio Cartago había vuelto a ser una pujante metrópoli comercial, “llena de jóvenes, desbordante de riquezas y de armas”. A su retorno, “mientras se acomodaba los pliegues de la toga en el Senado, Catón dejó caer deliberadamente unos higos de Libia y cuando todos hubieron elogiado su tamaño y belleza, explicó que el país que los producía estaba a sólo tres días de navegación de Roma.” Había que erradicar esta amenaza.

La idealización del granjero

Catón teatralizaba. Esos higos no podían haber venido de Cartago, distante a más de seis días de viaje en verano. Su auditorio de “senadores agricultores” probablemente supiera que provenían de los propios campos de Catón, cerca de Roma. Algunos hasta habían tenido ocasión de leer sus consejos sobre la manera de plantar higos africanos en Italia. Los productos cartagineses casi no llegaban al mercado italiano. ¿Cartago fue destruída para evitar la competencia con los comerciantes romanos en el resto del Mediterráneo? Pero Catón se burlaba de los comerciantes, fuesen romanos o cartagineses. Ante la pregunta sobre el préstamo de dinero respondió: “Me podrían preguntar también lo que pienso del asesinato.” La única obra que se conserva de él -De Agri Cultura- empieza con una comparación contrastante entre el comerciante y el ciudadano ideal de Catón, el granjero:

"Es cierto que ganar dinero con el comercio resulta a veces más beneficioso, si no fuese tan aleatorio; al igual que el préstamo de dinero, si también hubiese sido honorable. Nuestros ancestros adoptaron este punto de vista y le dieron forma de ley...Y cuando querían elogiar a un hombre digno, decían: “buen granjero” y “buen colono”. Quien era tratado así podía ser considerado como receptor del mejor de los elogios. Al comerciante lo considero un hombre emprendedor y dispuesto a hacer dinero, pero, como dije antes, es una carrera peligrosa y que puede transformarse en un desastre.Por otra parte –continúa Catón– los hombres más valientes y los soldados más vigorosos provienen de la clase de los granjeros, su vocación es la más respetada, sus medios de existencia son los mejor asegurados y son vistos con un mínimo de hostilidad; quienes han tomado este camino son menos proclives al descontento.”

Catón veía en el agricultor leal que solía utilizar el trabajo de los esclavos capturados en las campañas fuera del país, el cimiento del poderío romano en la nación y en el extranjero. Según Polibio “Catón declaró una vez en un discurso público que todo el mundo podía ver que la república decaería cuando un joven costase más que un lote de tierra y las tinajas de pescado más que los labriegos. Descendiente de una antigua familia plebeya, cultivaba “con placer una vida de sencillez y autodisciplina” aunque tenía “grandes plantaciones” de esclavos, “prefería comprar prisioneros de guerra aún jóvenes y maleables, como si fuesen perros jóvenes”, y se dedicaba a “la menos honrosa rama del negocio del préstamo financiero.”

La hipocresía atribuída a Catón no es tan grave como su visión romántica de los campesinos por oposición a los comerciantes, la significación militar de su política cartaginesa y su influencia ideológica permanente. Luego del desarme de los cartagineses a manos de Roma en 149, el cónsul Censorinus les ordenó alejarse a diez millas del litoral, “porque estamos decididos a arrasar vuestra ciudad hasta los cimientos.” Censorinus explicó las razones de los romanos: “La mar os hizo invadir Sicilia y perderla de nuevo ... (esto) engendra siempre una disposición a la avidez debido a la facilidad misma de la ganancia... Las proezas navales son como las ganancias de los comerciantes –beneficios hoy y ruina total mañana...–. Creédme ¡oh cartagineses!, la vida en las tierras con las dichas de la agricultura y su tranquilidad, es mucho más serena. Aun cuando las ganancias de la agricultura sean tal vez menores que las del comercio, son seguras y mucho más fáciles de conservar... una ciudad situada en el interior del territorio se beneficia con la seguridad de una tierra sólida.” Harris recuerda “el consejo de Platón cuando afirmaba que si una ciudad no quería que el comercio y sus consecuencias morales la invadieran, debía estar a 80 estadios (10 millas) del mar. Roma se encuentra a 16 millas de la costa.

Sexo y poder

Catón “ideologizó” al campesinado pero no promovió los intereses de sus miembros. Las mujeres también tenían que conservar su lugar: “En todas las clases sociales, el peligro mayor aparece cuando se permiten asambleas, conferencias y consultas secretas.” Catón se oponía en este punto a la derogación en 195 a.C. de una ley de guerra que negaba a las mujeres el derecho a “poseer más de media onza de oro, usar ropa abigarrada o pasear en un vehículo tirado por caballos en un poblado o en una ciudad”. Pidiendo a viva voz la derogación de dicha ley, como nos lo cuenta Tito Livio, una cantidad creciente de mujeres “vino de pequeñas ciudades y centros rurales [e] invadió las calles de la ciudad y los accesos al Foro”. Catón les preguntó: “¿Tienen la costumbre de correr por las calles, bloqueando los caminos e interpelando a los maridos de otras mujeres? ¿O bien son ustedes más seductoras en la calle que en la casa? ¿Son más seductoras con los maridos de otras mujeres…? Además, incluso en la casa no deberían preocuparse por la cuestión de las leyes que se promulgan o se derogan aquí.” Las mujeres politizadas eran una amenaza interna para la república.

"Nuestra libertad, derrotada en la casa por la indisciplina de las mujeres, está ahora hecha pedazos y pisoteada aquí también en el Foro. Como no las hemos controlado individualmente, ahora ellas nos aterrorizan colectivamente... Pero nosotros (¡que el cielo nos proteja!) ¡les concedemos un lugar también en la política y el derecho a aparecer en el Foro y a estar presentes en nuestras reuniones y asambleas! Lo que pretenden es la libertad total, o mejor dicho el libertinaje completo... En el mismo momento en que se conviertan en sus pares, serán superiores a ustedes. ¡Dioses del cielo!"

Catón calificó a la caterva femenina de “animal no domesticado”, de “secesión de mujeres”. Comparó lo ocurrido con una rebelión de la plebe, pero convirtió en ejemplo a “aquella rica mujer” que sólo quiere hacer alarde de su riqueza. Prefería que las ropas de (todas) las mujeres se uniformaran.”Para Catón este era en gran medida un asunto de control social. Según Plutarco, “como creía que entre los esclavos el sexo era la mayor causa de delincuencia, estableció una regla según la cual sus esclavos podían, a cambio de cierta tasa, tener relaciones sexuales con sus esclavas, pero a ninguno se le permitía frecuentar a otras mujeres.” Después de la muerte de la esposa de Catón, una prostituta “lo veía cada tanto a escondidas de todos”. En la vida pública en cambio, todavía era más severo. En Hispania, cuando descubrió que uno de sus oficiales había comprado tres muchachos cautivos para su casa “Catón le confiscó y vendió los muchachos a otro comprador y devolvió la suma al tesoro.” Una vez expulsó del Senado a un hombre que “había besado a su propia esposa en pleno día y delante de su hija”. Catón bromeó en público, afirmando que “jamás besó a su esposa, salvo después de un fuerte trueno”, la bendición de Júpiter. Pero las mujeres no eran el único grupo doméstico cuyas actividades independientes suscitaban temor de amenazas externas o que justificaba la expansión hacia el exterior. En 186 magistrados romanos descubrieron y persiguieron un culto báquico presuntamente conspirador que patrocinaba actos sexuales ilícitos, en violación a una ordenanza religiosa que establecía el secreto y el sacerdocio masculino. Compuesto originariamente por mujeres, la actividad homosexual masculina reemplazó al objetivo principal del culto. Los magistrados consideraron "culpables de actos sexuales infames a un gran número de hombres y mujeres al servicio de un culto" al que calificaron de “extranjero, no romano”. En 156, el Senado desencadenó una invasión a Dalmacia, en gran medida “porque no querían que los hombres de Italia se afeminaran bajo los encantos de una paz duradera.”

Raza y cultura

La carrera militar de Catón terminó en 191 después de un hecho de armas intrépido que selló la victoria de Roma sobre Grecia. Pero en Roma “nunca dejó de meterse en pleitos por el bien de la República”. Se convirtió en un procurador combativo y en “un opositor vigoroso de la nobleza, de la vida lujuriosa y de la invasión a Italia de la cultura griega”. Estas cuestiones estaban interrelacionadas porque los nobles “introducen en Roma el lujo y el refinamiento griego.” En este asunto, Catón apuntaba a los nobles más que a los comerciantes.Para Catón, la corrupción exótica amenazaba la cultura romana: “Hemos cruzado a Grecia y a Asia (regiones pletóricas de todo tipo de atracciones sensuales) y hasta hemos estado en contacto con los tesores de los reyes; tengo mucho miedo de que esas cosas nos conquisten antes de que nosotros las conquistemos”. En esta época como explicaba Plutarco “Roma era incapaz por su tamaño de preservar su pureza, porque su dominación sobre un gran número de países y de pueblos la hacía tomar contacto con razas diferentes y la dejaba expuesta a todos los modelos de comportamiento posibles”. Como lo señala Ramsay MacMullen, “la mitad de la vida urbana era importada”. Los romanos utilizaban términos griegos no sólo para la arquitectura de la casa, el equipamiento, los recipientes y los alimentos, sino también para los cosméticos, “adornos, presentes, cosas que sentarían bien en las fiestas o en el teatro, términos técnicos de la ciencia y de la mecánica, actos y objetos de culto, la terminología del viaje y del comercio marítimo”. La aristocracia romana “estaba rodeada, flotaba en un mar de productos y de objetos de uso cotidiano llegados de Oriente”. Esto desencadenó la inevitable reacción que condujo Catón. Había “dos escuelas de pensamiento en las clases dominantes, acérrimamente opuestas en cuanto alestilo de vida adecuado.”

Los historiadores romanos anteriores habían escrito en griego. Catón producía ahora la primera obra histórica en latín. Su innovación era expresión de una ideología conservadora. Sus siete libros no sobrevivieron, pero un resumen de ellos redactado por Cornelius Nepos revela las preocupaciones “moralizadoras y didácticas y pioneras de la etnografía” de Catón. Uno de los libros narraba la historia de los antiguos reyes romanos y otros dos versaban sobre los “orígenes de todas las comunidades de Italia”, las guerras púnicas y otros “sucesos y opiniones sobre Hispania e Italia.” El prejuicio racial tal como lo conocemos hoy, era relativamente poco común en el mundo antiguo, pero Catón se concentró en los orígenes de Roma considerándolos distintos de los de sus enemigos, y en los secretos de sus éxitos –economía agrícola, moral y disciplina–. "Roma -escribía- continuaba con las costumbres de los sabinos –ancestros de Catón– que se decían descendientes de los duros espartanos. Los ligures, por el contrario, eran “analfabetos y mentirosos”. Los griegos de la época de Catón eran “una raza totalmente vil e indisciplinada”. En los últimos años de su vida, admiró ciertos aspectos de su historia y hasta aprendió su lengua, pero condenó “sistemáticamente toda la literatura griega” y promovió una serie de medidas represivas como la expulsión de los maestros del epicureísmo y la destrucción de las obras filosóficas griegas. La hostilidad de Catón contra la retórica griega llevó en 161 a otra persecución contra los filósofos y los maestros. A los 79 años, expulsó al escéptico griego Carnéades, que estaba de paso y cuya brillante retórica empezaba a atraer a los jóvenes de Roma hacia la filosofía. Catón “logró expulsar a todos los filósofos de la ciudad”, dice Plutarco. “Como esta pasión por las palabras lo perturbaba... había llegado a tener conflictos con las investigaciones filosóficas en general y trataba por todos los medios de desacreditar a la civilización y a la cultura griega en su conjunto.” Atacó a un adversario político por haber cantado e interpretado versos griegos. Tanto “la lujuria y el descontrol” de los griegos como la cultura, las ropas coloridas y los higos de Libia, alimentaban la extravagancia y la decadencia de Roma. Catón estaba convencido de que “la ciudad necesitaba una gran purga.”

La visión que Catón tenía de Cartago era simplemente su más sustentada respuesta ante un panorama de peligro. Su percepción de la combinación entre subversión externa e interna ayuda a explicar la firme decisión de Catón de destruir Cartago. Plutarco consideró que Escipión Nasica, por su lado, prefería mantener la amenaza bajo control, “como una rienda que sirva para corregir la impudicia de las masas, porque sintió que Cartago no era tan poderosa como para poder superar a Roma pero tampoco tan débil como para poder tratarla con desprecio. Pero para Catón precisamente esto era una fuente de inquietud, porque una ciudad que ha sido siempre grande y además depurada y purificada por las duras condiciones impuestas, resultaba amenazadora para el pueblo romano en el momento en que éste estaba demasiado embriagado y vacilante como consecuencia de la autoridad recuperada. Sentía por el contrario que Roma necesitaba eliminar de cualquier manera las amenazas a su supremacía que venían del extranjero y que los romanos tenían que aprovechar la ocasión para reparar sus falencias internas”. En un mismo año Roma destruyó Cartago y saqueó Corinto. Un especialista sugiere que insistiendo contra Cartago Catón apuntaba “a lanzar a Roma a una guerra larga y difícil en Occidente” contra un enemigo tradicional por temor a que un involucramiento más duradero en Grecia y en Oriente pudiese amenazar la identidad cultural de Roma. Las nociones en sentido amplio de cultura y de política de Catón fomentaron una hostilidad violenta y vengativa hacia Cartago que no se manifestaba con respecto a otras regiones.La amenaza que Cartago significaba para Roma resultaba insignificante comparada con la que el ideal catoniano de una comunidad rural étnica, controlada y militarizada hacía pesar sobre Cartago. Con menor intesidad, su visión también amenazaba los derechos de los ciudadanos romanos.El pensamiento de Catón pone en evidencia los vínculos entre los aspectos internos y transnacionales de las políticas de genocidio, antiguas y modernas.

Historia y memoria

Después de la destrucción de Cartago, Roma gobernó el Mediterráneo. Pero a partir del 49 a. C., las guerras civiles arruinaron la república. Fue en esta época cuando Virgilio comenzó a escribir sus poesías pastorales en latín. La cuarta Égloga presagiaba “una nueva raza” descendiente de los cielos para “terminar con la raza de hierro y traer la raza de oro al mundo entero”.En las Geórgicas, aparecidas en el 29 a.C., Virgilio abordó un tema más próximo a la agricultura:

… El granjero
Remueve la tierra con la reja colgada del carro; de aquí
surge su trabajo del año; desde aquí, alimentará también
al país y a la granja...
Mientras los dulces niños se aferran a sus labios:
Su casto hogar conserva su pureza; …

Virgilio remite esta dicha de la agricultura a la herencia itálica que le dio a Roma su gloria: “Esa vida de antaño llevaban los viejos sabinos, como Remo y su hermano... y Roma se convirtió en la ciudad más honesta del mundo.”

Las guerras civiles terminaron en el 30 a.C. con la victoria de Octavio sobre Antonio y Cleopatra en Egipto. Al año siguiente Octavio regresó a Roma para convertirse en el emperador Augusto en el 27. Virgilio pasó sus últimos diez años (29-19) componiendo su poema épico imperial, La Eneida, después de haber dado una visión de la historia: “Conduciré a las musas a casa como cautivas en una procesión triunfal”. Esto expresaba también su punto de vista sobre el sexo. Ellen Oliensis escribe: “En el mundo de los poemas pastorales de Virgilio las jóvenes no cantan, no son actrices, y si se las cita nunca las escuchamos hablar.” En La Eneida, siguiendo a Catón, las mujeres son “criaturas inquietantes y violentas, dispuestas a provocar escenas terribles”, que encarnan incluso un “choque entre la civilización occidental y el esplendor bárbaro y las divinidades animales de Oriente”. Cuando Cleopatra comandaba sus navíos de guerra, “una amalgama de dioses monstruosos, como el ladrador Anubis, hilvana su trayecto...”

La Eneida remonta la gloria de Roma y de Octavio al fundador putativo de la ciudad, un sobreviviente de la destrucción de Troya por los griegos. Catón había escrito sobre los troyanos de Eneas y su llegada legendaria al Lacio, en donde afirma que los troyanos mataron al rey local Latino en una batalla. Virgilio transformó a Latino en un aliado de Eneas e hizo de él un símbolo nacional, así como llamaba “pequeños romanos” a las abejas laboriosas de Las Geórgicas. Octavio se proclamó descendiente de Iulo Ascanio, hijo de Eneas. Y así como Octavio conquistó a Cleopatra, Virgilio compara el destino de Eneas con el de otra reina de África del Norte: Dido de Cartago.El relato de La Eneida comienza con “Hubo una ciudad antigua...”; los lectores de Virgilio habrán pensado en Roma o en Troya. Pero se refería a otra ciudad: “… Cartago, poblada por colonos tirios, en frente y a gran distancia de Italia y de las bocas del Tiber, opulenta y bravísima en el arte de la guerra… Juno la habitaba con preferencia a todas las demás ciudades … pero había oído que del linaje de los Troyanos procedería una raza que, andando el tiempo, había de derribar las fortalezas tirias… [una raza] destinada a exterminar la Libia.”

El segundo libro de La Eneida ofrece una de las más sorprendentes pinturas literarias del genocidio: la destrucción de Troya. Eneas relata la desdichada caída de la ciudad y su propia fuga peligrosa. “¡Quién podría narrar dignamente la mortandad y los horrores de aquella noche y ajustar sus lágrimas a tantos desastres!...”. Eneas narra una “orgía de matanzas” cerca del palacio del rey Príamo: “vi a Hécuba y a sus cien nueras, y a Príamo en los altares, ensangrentando con sacrificios las hogueras que él propio había consagrado. Los cincuenta tálamos de sus hijos, esperanza de una numerosísima prole; […] lo que no arrasan las llamas es presa de los griegos. […] allí Hécuba y sus hijas, buscando vanamente un refugio alrededor de los altares, semejantes a una bandada de palomas impelidas por negra tempestad, se apiñaban abrazadas a las imágenes de los dioses. […] de aquel gran rey sólo quedan una cabeza separada de los hombros y un cuerpo sin nombre”.Sucumbió “en el incendio de Troya”, mientras que todos los hombres de Eneas “desaparecieron”: se arrojaron al vacío o entregaron sus cuerpos doloridos a las llamas”, así como siglos más tarde la esposa del último comandante de Cartago, Asdrúbal, habrá de hundirse con sus hijos en las llamas de su ciudad. Viva descripción de un genocidio legendario que reemplaza al que la historia no relata.Trágica ironía, es Eneas el que cuenta su historia a Dido, la fundadora de Cartago. Todos los lectores de Virgilio conocen la suerte de Cartago y él, justamente, acaba de recordársela. Cuando Eneas desembarca en África del Norte antes de tocar Italia encuentra a Dido, también refugiada de Tiro, fundando su nueva ciudad. Pero Júpiter ha prometido a la Roma de Eneas “un imperio sin límites” (imperium sine fine) Virgilio hace que Júpiter someta el “temperamento feroz” de los cartagineses, por miedo a que Dido “en su ignorancia del destino aleje de sus fronteras...” a los ancestros de los romanos destinados a destruirla. Las ironías de Virgilio son burdas y rápidas. “Con ardor sumo trabajan los Tirios, unos en levantar las murallas, en construir la ciudadela y en arrastrar a brazo grandes piedras; otros eligen solar para labrarse casa […]; éstos atienden a la elección de jueces y magistrados y del venerando senado. […] Tal en la primavera ejercitan las abejas su trabajo al sol por los floridos campos cuando sacan los enjambres ya crecidos, o cuando labran la líquida miel, o llenan sus celdillas con el dulce néctar, o reciben las cargas de las que llegan, o en batallón cerrado embisten a la indolente turba de los zánganos y los ahuyentan de las colmenas. […] ‘¡Oh, afortunados aquellos cuyas murallas se están ya levantando!’, exclama Eneas, y contempla las cimas de la ciudad naciente.”. Mientras espera encontrar a Dido, Eneas los ve erigir un templo. Entonces una “extraña visión... mitigó sus temores”, dándole “más confianza en mejor suerte”. En los muros del nuevo templo ¡había escenas de recientes batallas de Troya! Eneas lloró: “¿Cuál lugar […] hay ya en la tierra adonde no haya llegado la fama de nuestras desventuras? Ve ahí a Príamo; también aquí reciben su recompensa las virtudes; […]” Virgilio, “el poeta visionario del imperio y de la vida humana”, construía la destrucción de Cartago en su propia creación.Cuando Eneas “se maravilla” al ver estos cuadros, reconociéndose a sí mismo “enfrentando a los príncipes aqueos”, llegó Dido. Los lectores romanos debían de estar en vilo. Para complicar la acción, un troyano le asegura a Dido que “No venimos a asolar con el hierro los líbicos hogares, ni a llevarnos a la costa las robadas presas...”. Dido les dice sin querer: “Vuestra es esta ciudad que estoy edificando; sacad a tierra vuestras naves...”. Eneas responde: “...[nosotros] lo que aún queda de la gente dardania, desparramada por el ancho mundo. Los dioses te den digno premio, si es que hay númenes que respetan a los piadosos […]” Dido relata entonces sus propias peregrinaciones e, inconsciente del futuro, agrega: “Conocedora de la desgracia, he aprendido a socorrer a los desgraciados.”

Venus, la madre de Eneas,”se recela de aquella poco segura casa y de los falaces tirios”. La diosa se entera de que Eneas envía a Cartago a su hijo Iulo, ancestro de los futuros conquistadores romanos, llevando “regalos salvados de la ruinas de Troya” –un abrigo que visitió Helena y el cetro de la hija de Príamo–. Venus envía a Cupido con los dones bajo la forma de Iulo. Y así la infortunada Dido, “presa del fuego que la ha de perder”, se enamora de Eneas. Inconsciente del peligro de los dones troyanos, “Dido, condenada por el destino” festeja este “día... feliz para los tirios y para los que vienen a nosotros desde Troya; ¡y que nuestros descendientes lo celebren en su memoria!” Acompañada por un centenar de esclavas, como la infortunada Hécuba, Dido “pasaba la noche entretenida en varias pláticas... preguntando a Eneas mil cosas de Príamo”. Cediendo a su insistencia Eneas le cuenta la historia de “Príamo condenado por el destino” y “del último día de un pueblo condenado”. Mientras los sobrevivientes se arrastran fuera de la ciudad, “Por todas partes lamentos y horror, por todas partes la muerte, bajo innumerables formas. […] y toda Troya, la ciudad de Neptuno quedó reducida a humeantes pavesas.”

La potencia dramática de las diversas formas de ironía que emplea Virgilio surgen del conocimiento que tienen los lectores romanos de la suerte similar aunque más reciente de Cartago, anunciada involuntariamente a Dido por el relato que Eneas le hace de la caída de Troya. Los romanos no necesitaban que se les recordara explícitamente la destrucción de Cartago. Virgilio adhiere a ello pasándola por alto en un silencio que exacerba el drama, pero que hiela realmente la sangre. La decisión de Eneas de abandonar Cartago hace vivir a Dido la pesadilla de “ver a sus tirios en un país desierto”. Lamentando no haber destruído “padre e hijo y toda su raza”, maldice de esta forma a Eneas: “[…] y vea la indigna matanza de sus compañeros… Y vosotros, ¡oh, tirios!, cebad vuestros odios en su hijo y en todo su futuro linaje. .. Nunca haya amistad, nunca haya alianza entre los dos pueblos… ¡playa contra playa, olas contra olas, armas contra armas, y que lidien también hasta sus últimos descendientes!”. El suicidio de Dido que se arroja al fuego cuando los navíos de Eneas parten a fundar Roma, recuerda no solamente el principio legendario de Cartago, sino que presagia una vez más su final, cuando la esposa de Asdrúbal sigue el ejemplo de Dido.Más tarde Eneas encuentra a Dido durante su viaje por los Infiernos. Le pregunta llorando: “¿Y fui yo, ¡oh dolor!, causa de tu muerte? … Ella … no se mostraba más conmovida por ellas (sus palabras) que si fuera duro pedernal o roca marpesia”, a la manera de las piedras arrasadas de Cartago. “Aléjase al fin precipitadamente y va a refugiarse indignada en un bosque sombrío... Eneas, traspasado de dolor a la vista de tan cruel desventura la sigue largo tiempo, compadecido y lloroso”, como si el mismo Virgilio contemplara en silencio la desaparición de su ciudad. Entonces, la sombra del padre de Eneas, Anquises, le muestra el futuro “la gloria que aguarda en lo futuro a la prole de Dárdano, qué descendientes vamos a tener en Italia.” Rómulo, Cesar, “y toda la progenie de Iulo” desfilan allí. “¿Quién podría pasarte en silencio, ¡oh, gran Catón! [...] ¿quién a […] los dos Escipiones, rayos de la guerra, terror de la Libia?”

La Eneida describe siglos de una mortal enemistad mutua entre Roma y Cartago y relaciona a ambas con Troya. La metáfora dramática de Virgilio que hace de Roma un “imperio sin fin” como producto de genocidios perpetrados mil años antes, resuena en toda la civilización occidental aun dos milenios después. Lo que Dryden llamaba “el mejor poema del mejor poeta” aseguró a Virgilio una “influencia ininterrumpida de dieciocho siglos.”

En los decenios que siguen a la muerte de Virgilio, Tito Livio terminó su Historia de Roma luego de su fundación. Pero todos los libros desde el 46 al 142, incluída su narración de la Tercera Guerra Púnica, desaparecieron... Por esta razón, su relato in extenso termina en 167 a.C. Incluso el libro 44 con el agregado de su predicción de “la destrucción de Cartago”,se redescubrió y se imprimió sólo en 1531.En sus primeros trabajos, Tito Livio puso a Catón el Censor “muy por encima” de sus pares por su “fuerza de carácter” y su “genio versátil”. Fue “el soldado más valiente en las batallas”, un “general sin parangón”, el “más dotado” de los juristas y “el abogado más elocuente”, cuyas palabras “han sido preservadas intactas en toda clase de escritos”. Para Tito Livio, Catón era “un hombre de una constitución de hierro, tanto física como intelectualmente”, dotado de “una integridad incólume y un desprecio total por la gloria y las riquezas.” Con la sutil transformación en leyenda troyana que en honor a Roma, Virgilio hace de la tragedia de Cartago, las suposiciones de Tito Livio sobre los comienzos de Catón y el silencio de su perdido relato de la Tercera Guerra Púnica, avalaron la reputación histórica de Catón como modelo de dirigente de la República.

Ben Kiernan

(Genocide Studies Program, Director, Yale)
1- Dubuisson, M., “‘Delenda est Cartago’: replanteo de un estereotipo”.Studia Phoenicia X, guerras púnicas, Lovaina, 1989, págs. 87-279; Limonier, F., “Rome et la destruction de Carthage: un crime gratuit ?”, Revue des Études Ancienne, 101, Nº 3-4, 1999, págs. 405-11; Huss, W., Geschichte der Karthager, Munich, 1985, págs. 436-57; Maroti, E., “On the Causes of Carthage’s Destruction”, Oikumene 4, 1983, págs. 223-31.
2- Plutarco, Les vies d’Aristide et de Caton, tr. D. Sansone, Warminster, 1989, pág. 159; Lancel, Serge, Carthage, Oxford, 1995, pág. 410; Badian, E., Foreign Clientelae (264- 70 av. J.C.), Oxford, 2000, págs. 130-33.
3- Polibio, 36.2.1; Harris, W.V., “Rome and Carthage”, The Cambridge Ancient History, Vol. VIII, Rome et la Méditerranée jusqu’à 33 av. J.C., 2da. ed., Cambridge, 1989, págs. 148-49, 152.
4- Maroti, “Carthage’s Destruction”, pág. 228, citado por Rhet. ad Herenn., IV,14, 20; Polibio, 18.3.59.
5- Estrabón estimó la población de Cartago circa 149 a.C. en 700.000 habitantes (17.3.15). B.H. Warmington lo considera imposible y sugiere unos 200.000, aunque “a principios del siglo III… sería sorprendente que no se acercara a los 400.000 habitantes” (Carthage, London, 1980, págs. 124-27). Apiano asegura que la población aumentó “sensiblemente” a partir de 201 a.C. (Histoire Romaine 8.10.69), tal como la arqueología lo “confirmó totalmente” (Vogel-Weidemann, Ursula, ‘Carthago Delenda Est: Aitia and Prophasis,’ Acta Classica, XXXII, 1989, págs. 79-95 y 86-7). Huss agrega que durante el sitio, “amplios sectores de la población rural encontraron refugio entre los muros de la ciudad” (Geschichte, 452).
6- Apiano, Histoire Romaine, 8.126; Polibio, Histoires, 38.8.10.12, 38.1.1.6.
7- Astin, A. E., Scipio Aemilianus, Oxford, 1967, págs. 36, 53 y 81-280; Le Bohec, Yann, Histoire militaire des guerres puniques, Mónaco, 1995, pág. 311, con una estimación de aproximadamente 55.000 sobrevivientes; Huss, Geschichte, págs. 455-56, Nº 133; Plutarco, Les vies d’Aristide et de Caton, 157.
8- Los conquistadores atenienses de Milo en 416 “mataron a todos los varones adultos capturados y vendieron a las mujeres y a los niños como esclavos”. Tucídides, Histoire de la guerre du Péloponnèse, V.115.
9- La orden senatorial era: “Se ha decidido que las ciudades aliadas de manera constante con el enemigo deben ser destruídas” (Apiano, Histoire romaine, págs. 8-135). Tunis, Hermaea, Neapolis y Aspis “fueron demolidas” (Estrabon, 17.3.16). Bizerta fue destruída y siete ciudades fueron respetadas (Le Bohec, Histoire militaire, 314). La suerte de los aliados de Cartago: Kelibia, Nabeul y Nepheris no está especificada. (págs. 298-99 y 308).
10- Vogel-Weidemann, “Carthago Delenda Est”, pág. 80; Huss, Geschichte, págs. 441-2.
11- Harris, en Cambridge Ancient History, VIII, pág. 160. “Semejante diktat equivalía a una sentencia de muerte [para Cartago]... la destrucción de sus templos y cementerios, la deportación de sus objetos de culto, eran un golpe seguramente más mortal que el desplazamiento de la población”. Lancel, Carthage, pág. 413. Ver Badian, Foreign Clientelae, pág.138.
12- Astin, Scipio Aemilianus, págs. 51-53; Apiano, Histoire romaine, págs. 8, 12, 83-85, 89.
13- Harris, en Cambridge Ancient History, VIII, pág. 154 (“la sumisión y el desarme no eran suficientes”), pág. 161. “El Senado envió diez...diputados para poner orden en los asuntos de África... Estos hombres decretaron que si algo quedaba aún en pie en Cartago, Escipión debería arrasarlo desde la base, para que nadie pueda vivir allí.” Apiano, Histoire romaine,8. 20.135.
14- Un amigo de Escipión el Africano dijo en el Senado durante el debate sobre la política cartaginesa en 201 que era “justo y oportuno para nuestra prosperidad no exterminar razas enteras, sino conducirlas a un mejor estado espiritual”. Apiano, Histoire romaine, 8.9.58. Polibio escribió sobre este debate cincuenta años más tarde, afirmando que “las disputas entre ellos relativas al efecto en la opinión extranjera los disuadió de ir a la guerra” contra Cartago (Les Histoires, 36.1.2.4). Narró las opiniones griegas sobre la destrucción de la ciudad por Roma (36.2.9); “no es fácil encontrar un tema con tanto renombre ” (36.1.1). Astin, Scipio Aemilianus, págs. 52-3, 276-80.
15- Astin, A. E., Cato the Censor, Oxford, 1978, págs.127-28; Badian, Foreign Clientelae, pág. 125.
16- Dexter Hoyos, B., ‘Caton’s Punic Perfidies,’ Ancient History Bulletin, 1.5, 1987, págs.112-121 en 120.
17- Kiernan, Ben, “Sur la notion de génocide,” Le Débat, París, 104, marzo- abril 1999, págs .179-92.
18- Harris, Cambridge Ancient History, VIII, págs.155, 160, señala que “es difícil creer que Cartago en sígenerara profundo temor a Roma en los años 150” (153). Estrabon especificó que los preparativos bélicos de los cartagineses se realizaron después del último ultimátum de Roma (17.3.15). Vogel-Weidemann argumenta que Cartago estaba “bien armada…Restos de navíos y una gran cantidad de material” fueron encontrados(‘Carthago Delenda Est,’ págs. 86-7). Maroti coincide: “A principios del sitio, la flota cartaginesa estaba lista en el puerto... si se construían nuevas embarcaciones, era para luchar contra Roma” (pág. 227). El puerto de Cartago tenía capacidad para 250 navíos, lo cual para Limonier era una violación del tratado de 201. Pero agrega (pág. 409, Nº 27) que los navíos de guerra no estaban mencionados en las exigencias romanas de 149 y podían haber sido construídos ulteriormente, o adaptados a partir de navíos comerciales. Badian, citando a Estrabón (17.3.15)dice “los cartagineses, por cierto, tenían los pocos navíos de guerra permitidos por el tratado” (Foreign Clientelae, 134 n.). D. Kienast cree que “el material naval… estaba destinadoa acrecentar la flota mercante”,Harris descarta el material naval y los navíos de guerra (Vogel-Weidemann, pág. 93, n 88). Ver igualmente Astin, Scipio Aemilianus, págs. 270-76.
19- La orden del Senado a los cartagineses “de abandonar su ciudad y desplazarse al interior era el mejor método para incitar a este pueblo humillado, privado de su pasado, a ponerse al servicio de un príncipe númida… una masa acorralada por Roma y dispuesta a hacer lo que fuere para recuperar la patria perdida”. (Limonier, 407).
20- Vogel-Weidemann sugiere que Roma “en su venganza, habría podido dar muestras de una política fría, por ejemplo, liquidando de una buena vez todos los centros tradicionales de oposición a Roma y, de ser posible, dando un ejemplo” (pág. 88), citando a W.V. Harris, War and Imperialism in Republican Rome, 1979, págs. 234-40, y a Diodoro, en el sentido de que con posterioridad a 168 a.C., “a cualquier precio” Roma “procuraba asegurar su predominio a través del miedo y la intimidación, destruyendo las ciudades más importantes” (83, págs. 85-6).
21- Cornelius Nepos: A selection, including the lives of Cato and Atticus, trad. N. Horsfall, Oxford, 1989, pág. 35.
22- Plutarco, Vies, pág. 173; Cornelius Nepos, págs. 37-8 (Plinio, NH 8.11).
23- Tito Livio, Rome and the Mediterranean, trad. H. Bettenson, Harmondsworth, 1976, 34.4.,pág. 144.
24- Vogel-Weidemann, pág. 92, n. 73, citando el discurso de Catón De bello Carthaginiensi, en Malcovati H., Oratorum Romanorum Fragmenta 3, 1967, fr. 195.
25- Cato and Varro on Agriculture, trad. W. D. Hooper y H. B. Ash, Cambridge, Ma., 1993, Introduction, X.
26- Tito Livio, Rome and the Mediterranean, 155-58; Cornelius Nepos, pág. 5; Plutarco, Vies, 113-117.
27- Maroti, “Carthage’s Destruction”, pág. 226; Astin, Cato, págs. 126-7; Plutarco, Vies, 157-59.
28- “El modo que empleó Catón para difundir su chauvinismo itálico los sorprendió.” Meijer, F.J., “Cato’s African Figs”, Mnemosyne, Vol. XXXVII, Fasc. 1-2 (1984), págs. 117-124, en 122-23; Marcus Cato, De Agri Cultura, 8. 1 y Marcus Terentius Varro, De Re Rustica, I. 41, en Cato and Varro on Agriculture, 21, pág. 273.
29- Maroti, “Carthage's Destruction”, pág. 228; Cicerón, On the Good Life, trad. Michael Grant, London, 1971, pág. 171.
30- Catón, De Agri Cultura, en Cato and Varro on Agriculture, 3.
31- Polibio, The Rise of the Roman Empire, trad. Ian Scott-Kilvert, Londres, 1979, pág. 529.
32- Cato and Varro on Agriculture, ix; Plutarco, Vies, pág. 95, 143-47.
33- Apiano, Histoire romaine, 8.12.86-9; Harris, W. V., en Cambridge Ancient History, VIII, pág. 156.
34- Tito Livio, Rome and the Mediterranean, págs. 141-47; ver también Forde, Nels W., Cato the Censor, págs. 101-4.
35- Plutarco, Vies, págs. 143, 153, 115, 133.
36- MacMullen, Ramsay, “Hellenizing the Romans (Siglo II a.C.)”, Historia 44 (1991), págs. 429-30, 434.
37- Cornelius Nepos, 5-6; Cato and Varro on Agriculture, x-xi.
38- Tito Livio, Rome and the Mediterranean, pág. 144; Plutarco, Vies, pág. 101; MacMullen, “Hellenizing”, págs. 427-28, 433.
39- Sobre la apertura precoz de los nobles romanos a la cultura griega, MacMullen, “Hellenizing”, pág. 426; Briscoe, J., “Cato the Elder”, Oxford Companion to Classical Civilization, S. Hornblower, A. Spawforth ed., Oxford, 1998, pág. 146.
40- Cornelius Nepos, 6, y comentario, 57; vertambién Cato and Varro on Agriculture, XII.
41- Snowden, Frank M. Jr., Blacks in Antiquity, Cambridge, Ma., 1970; Morton Braund, Susanna, “Roman Assimilations of the Other: Humanitas at Rome,” Acta Classica XL (1997), págs. 15-32.
42- Cornelius Nepos, 5, 36, nota, pág. 47; Astin, Cato, 171, citandoAd Filium de Catón según Plinio, NH., 29. 13 f.
43- Conjunto de tratados de filosofía griega hallados en 181 que fueron apenas examinados antes de ser destruídos por orden senatorial - se temía que sus enseñanzas generaran dudas sobre la religión”. En 173, Roma expulsó a los profesores de filosofía epicúrea. (MacMullen, “Hellenizing”, pág. 435). Sobre la “paranoia de Catón respecto de los médicos griegos” y su opinión de las“estatuas extranjeras como profanación”,436 nn 62, 63.
44- Plutarco, Vies, págs. 147-149.
45- MacMullen, “Hellenizing”, pág.432n. 41; Plutarco, Vies, pág. 129.
46- Plutarco, Vies, págs. 159-61; Krings, V., “La Destruction de Carthage: problèmes d’historiographie ancienne et moderne”, Studia Phoenicia, X, Les guerres puniques, Lovaina, 1989, págs. 329-344, en la335.
47- Dubuisson, “Delenda est Carthago”, pág.285.
48- Kiernan, Ben, “Twentieth Century Genocides: Underlying Ideological Themes from Armenia to East Timor”, en R. Gellately y B. Kiernan ed., The Specter of Genocide, Nueva York, 2003, págs. 29-51.
49- Griffin, Jasper, Virgil, Nueva York, 1986, págs. 27, 36 ff.
50- Virgilio, Geórgicas 2, trad. The Internet Classics Archive, http://classics.mit.edu/Virgil/georgics.html
51-Geórgicas 3, citada en Griffin, Virgilio, pág. 52.
52- Oliensis, Ellen, “Sons and Lovers: Sexuality and Gender in Virgil’s Poetry,” en Charles Martindale ed. The Cambridge Companion to Virgil, Cambridge, 1997, págs. 297-99.
53- Griffin, Virgil, 84, 62; La Eneida: trad. J. Perret,, Les Belles Lettres, París, VIII, pág. 698. N.del T.: Las citas de la versión francesa utilizada por el autor fueron reemplazadas por las de la traducción latín-castellano realizada por Eugenio de Ochoa en 1869, Editorial Losada, 10ª. edición, Buenos Aires, 1997. En adelante, las llamadas remitirán a dicha versión.
54- Griffin, Virgil, 63-4, pág. 54.
55- Virgilio, La Eneida, I,15
56- Virgilio, La Eneida, II, 41-42, 45-46
57- Virgilio, La Eneida, I,25.
58- Griffin, Virgil, pág. 110.
59- Virgilio, La Eneida, I, 27,28 y 29.
60- Virgilio, La Eneida, II,42; III, 53.
61- Ver Hardie, Philip R., Virgil’s Aeneid: Cosmos and Imperium, Oxford, 1986, págs. 282-4.
62- Virgilio, La Eneida, VI, 119,127.
63- West, “Introduction,” W.Y. Sellar, Virgil, Oxford, 1897, págs. 59 -68.
64- Tito Livio, Rome and the Mediterranean: Books XXXI-XLV of The History of Rome from its Foundation, trad. H. Bettenson, Londres, 1976, pág. 596 (XLIV.44), Introduction, pág. 20. Estrabón, Géographie, Libros III, VIII, y Apiano, Libyca 69, Histoire romaine, 8.20.135, mencionan también la destrucción de Cartago.
65- Tito Livio, Rome and the Mediterranean, 430 (39.40).

Extraído de Revista Diógenes