En una nueva tormenta para el Vaticano aún golpeado por el caso Williamson, los gobiernos de Francia, Alemania, Bélgica y España y un vocero de la Unión Europea atacaron ayer con dureza las palabras pronunciadas el día anterior por Benedicto XVI en contra del uso del preservativo como una herramienta para combatir el sida.
Frente a la lluvia de críticas formuladas en Europa, el Vaticano defendió ayer en un comunicado el mensaje del Pontífice. "Francia expresa una fuertísima preocupación por las consecuencias de estas frases de Benedicto XVI" indicó ayer Eric Chevallier, vocero de la cancillería gala. "Si no nos toca a nosotros dar un juicio sobre la doctrina de la Iglesia, consideramos que frases de ese tipo ponen en peligro las políticas de sanidad pública y los imperativos de protección de la vida humana", agregó.
Más allá de la virulenta reacción oficial, en la laica Francia la frase del Papa -según expertos, el primero en la historia en mencionar el término "preservativo"- provocó fuertes críticas en los medios y entre personalidades conocidas.
"Este papa comienza a representar un verdadero problema, desde el momento que vive en una situación de total autismo", denunció el ex premier de derecha Alain Juppé. Le Monde en tanto, tituló en su tapa "Preservativo: Benedicto XVI más integralista que Juan Pablo II" y fustigó en un editorial a Joseph Ratzinger, no tanto por haberse manifestado en contra del preservativo, sino sobre todo por haber dicho que éste agrava la pandemia, algo "gravísimo e irresponsable".
En tierra germanaTambién el gobierno alemán criticó las palabras de su compatriota. En un comunicado las ministras de Salud Ulla Schmidt y de Cooperación económica y del desarrollo, Heidemarie Wieczorek-Zeul, explicaron que "los preservativos juegan un rol decisivo" en la lucha contra el sida. "Los preservativos salvan la vida, tanto en Europa como en otros continentes", destacaron.
El obispo auxiliar de Hamburgo, Hans Jochen Jaschkeb, opinó parecido. "Quien tiene sida y es sexualmente activo debe proteger a los demás y a sí mismo" escribió el sacerdote en un artículo para el semanario Die Zeit . "Los preservativos pueden proteger, aunque a menudo los hombres los rechacen", agregó, al manifestar abiertamente algo que piensan muchos sacerdotes que no están de acuerdo con la condena absoluta del uso del condón.
Laurette Onkelinx, ministra de Salud de Bélgica, expresó "consternación" ante las afirmaciones del Papa "realizadas en el siglo XXI y en contra de las recomendaciones unánimes del mundo científico en la materia, reflejo de una visión doctrinaria peligrosa". "Estas declaraciones podrían perjudicar años de prevención y de sensibilización, y poner en riesgo muchas vidas humanas", indicó en un comunicado.
También la Unión Europea (UE) -que representa a 27 países- atacó la frase de Benedicto XVI y recordó que el preservativo "es uno de los elementos esenciales en la lucha contra el sida y la comisión UE sostiene su difusión y uso correcto". Así lo afirmó Louis Michel, vocero del comisario para la ayuda humanitaria.
Finalmente, el secretario general del Ministerio de Sanidad de España José Martínez Olmos, que anunció el envío de un millón de preservativos a Africa para luchar contra el sida, consideró que Benedicto XVI estaba "muy mal asesorado" y debía hacer un "mea culpa" respecto del tema.
Líneas esencialesPese a las críticas, el Vaticano reafirmó los dichos del Papa. El padre Federico Lombardi, vocero de la Santa Sede, precisó que "el Santo Padre reafirmó las posiciones de la Iglesia y las líneas esenciales de su compromiso para combatir el terrible flagelo del sida".
En medio del vendaval, lo curioso fue que el Vaticano cambió en su sitio on line la transcripción de la entrevista que dio el Papa en el avión. Si bien el Papa usó la palabra "preservativos", el sitio web cambió el término por "profilácticos", aunque después volvió a la versión original de "preservativos". Por otro lado, el Vaticano suavizó la frase que tantos problemas causó: si bien el Papa dijo que los preservativos "agravan el problema", en el sitio ahora se lee: "El riesgo es que agraven el problema".
Más allá de estas pequeñeces, la polémica que se desató por los dichos del Papa opacó los aspectos positivos de su primer viaje a Africa.
Mientras sigue la polémica por sus palabras, Benedicto XVI pidió ayer a los obispos de Camerún que afiancen los valores de la familia africana y protejan a los pobres del impacto de la globalización. También advirtió que los exuberantes ritos locales no deberían "obstruir" la liturgia de la misa.
Reacciones
Elisabetta Piqué, para LA NACION
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