En poco más de setenta días deberá dejar la Casa Blanca a quien fuera electo para presidir los EEUU durante los próximos años, Barack Obama, el primer afrodescendiente en alcanzar esa dignidad. El lunes, Bush y Obama hablarán sobre la crisis financiera actual, la guerra de Irak y el futuro del país. "Enfrentamos retos económicos que no van a esperar a que un nuevo presidente se establezca [en el puesto]", afirmó el mandatario saliente al fundamentar su pedido de colaboración a los funcionarios de su gobierno.
"Esta será también la primera transición presidencial norteamericana en cuatro décadas que se produce en tiempos de guerra -señaló Bush-. Estamos en lucha contra violentos extremistas decididos a atacarnos, a los que nada les gustaría más que explotar este período de cambio para dañar al pueblo norteamericano."
Seguramente nadie haya dañado la buena fe, la capacidad de creer, el orgullo de ser norteamericano y el propio lugar de trabajo con todo lo que significa para el american way of life que el que se despide así de su larga, triste, fanática y miope presidencia sobre uno de los países más importantes del orbe...
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