El 8 de octubre -además de aniversario de la Paz de Octubre de 1851 donde se firmó un acuerdo entre "ni vencidos ni vencedores" por parte de colorados -en el gobierno oriental- y blancos -subversivos financiados por Juan Manuel de Rosas, saladerista y mandamás en Buenos Aires- es el cumpleaños de Gladys Bonora Arijón, una de mis acreedores de la vida que por cierto, es mi madre. Cumple 86 años y está espléndida, lúcida, hermosa e intransigente como lo ha sido o estado durante toda su vida. Cuando digo acreedores señalo que, junto a mi finado padre Rubén Darío Acosta Sosa, son los primeros, aunque deba también mucho a otros seres que asimismo marcaron mi vida y han sido mojones en mi camino. Le deseo muchos más años de vida dentro de esa misma calidad de la que goza y sin aburrirse, porque siempre hay algo nuevo para aprender. Gracias madre, por poder tenerte hasta hoy y porque me enseñaste a ser un eterno aprendiz. Vamos a almorzar juntos pollo al jerez, que es una de sus recetas favoritas...
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