Cuentan que un día un peregrino que regresaba de la Kaaba se encontró con la Peste Negra disfrazada de guerrero y le preguntó:
-¿A dónde vas? -
- A Bagdad – le contestó ésta – Tengo que matar allí cinco mil personas, por designio de Allah.
Pasó un mes, y cuando el peregrino volvió a encontrarse con la Peste que regresaba de su empresa disfrazada de guerrero, y lo interrogó duramente:
- Eres mentiroso, además de cruel por puro gusto. ¡Me dijiste que ibas a matar a cinco mil personas ordenado por Allah, pero mataste a ciento cincuenta mil!
- No, te equivocas, peregrino - respondió la Peste. - Yo sólo maté a cinco mil, que fue el número ordenado por Allah. El resto murió de miedo...
1 comentario:
MUY BUENO,COMO PARALIZA EL MIEDO A LA MUERTE,PERO ANTE ESTO,EL DE DEJAR DE EXISTIR DE MANERA CONCIENTE Y VIOLENTA AUN MAS!
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