La censura en el cine


La censura: ¿un mal necesario o una nueva forma de autoritarismo? La interesante visión británica y sus antípodas.
por Darío Lavia

Uno de los capítulos más apasionantes de la historia del cine es el de la Censura. Su existencia es tan antigua como el cine mismo y su permanencia sigue hasta hoy en día, por más que muchos crean que es cosa del pasado. La explicación de su existencia y la defensa de su funcionamiento va más allá de una cuestión ética. El cine es un excelente elemento de propaganda, y la censura es una de las principales herramientas que regula el pensamiento de las masas. En diversos países y épocas históricas, la Censura jugó un papel importantísimo mucho más allá del de prohibir la exhibición de películas con temas tabú, sino el de adoctrinar a las masas. Las preocupaciónes de la Censura Durante el segundo cuarto del siglo XX, la Junta de Censores Cinematográficos (establecida en 1912 por petición de los mismos empresarios del cine por motivos comerciales y de prestigio), tuvo como premisas las que nos detalla Roger Manvell en su interesante libro "Film" (1944): "Las preocupaciones del equipo de censores al observar centenares de películas anuales, pueden resumirse en las siguientes prohibiciones generales: 1- Religiosas: La figura materializada de Cristo (recuérdese el conflicto provocado por GREEN PASTURES, Praderas Verdes, de 1936) El tratamiento irreverente de prácticas y ritos religiosos. El tratamiento irreverente de la Biblia y las alusiones bíblicas. 2- Políticas: Todo lo que pueda herir las susceptibilidades extranjeras. Todo lo que pueda fomentar la inquietud y el descontento sociales (La proyección general de películas rusas en Gran Bretaña tuvo lugar recién a partir del momento en que Rusia entró en Guerra). 3- Sociales: Desnudez (excepto en los negros), blasfemar, orgía indecente, desprecio por el Estado y la vestidura real, conducta lasciva (¡qué dificultades!), vestimentas lascivas, ebriedad indecorosa, parto y sus dolores, enfermedades venéreas, relaciones sexuales entre blancos y gente de color (no se incluye a mestizos), instigación al crimen, exhibición de hábitos por las drogas, escenas prolongadas de brutalidad, ahorcamientos y ejecuciones, crueldad con chicos y animales, escenas antagónicas entre el Capital y el Trabajo, seducción sin frenos, noches de bodas sin frenos, operaciones ilegales, prostitución, incesto, epilepsia realista."

Censura religiosa y política

Es evidente que a medida que han pasado los años, algunos temas tabú de la Censura han ido mermando. No sorprende que la mentalidad de un inglés de los años '40 supuestamente no pueda tolerar ver uniones sexuales raciales ni enfrentamientos entre Capital y Trabajo (¿cómo habrían tomado METROPOLIS de Fritz Lang?) La censura, por lo tanto, es termómetro de las intolerancias e hipocresías de la época en que le toca actuar.

La Censura por motivos religiosos, que ha sido más permisiva en los Estados Unidos (de hecho Cecil B. De Mille pudo mostrar a Jesucristo en su KING OF KINGS de 1927), también brinda un interesante ejemplo de sectores de la Iglesia que apenas han avanzado desde la época de la Inquisición. La película de Martin Scorsese, THE LAST TEMPTATION OF CHRIST (La Última Tentación de Cristo-1985), con el escándalo que desató al mostrar una visión de Jesucristo como hombre, ha provocado casi una campaña estilo Klu Klux Klan en pos de su prohibición, tal vez por mentes que no pueden distinguir la realidad de una ficción. La Censura también ha corrido en las direcciones que los líderes políticos de turno (o sus partidos) han señalado. En Estados Unidos hubo películas con temas sociales polémicos que fueron prohibidas, así como en la Alemania nazi primero y en la Unión Soviética luego, hubo férreas barreras contra el cine "capitalista". Por esta razón, MODERN TIMES (Tiempos Modernos-1936) de Chaplin, fue muy criticada por su "fuerte" mensaje socialista (!)... una de las obras maestras del cine... criticada por tener mensaje socialista (lo repetimos para que ud. comprenda lo incomprensible) Chaplin más tarde volvió a sufrir las críticas de las mentalidades débiles que tenían cargos jerárquicos con su THE GREAT DICTATOR (El Gran Dictador-1940) en la que se reía del totalitarismo europeo con estilo, pero en la que también emitía un fuerte mensaje humanitario.

En Argentina, en el marco de la II Guerra Mundial, la película se prohibió,dado que contravenía la Ley de Defensa del Orden Público cuyo artículo 5º prohibía toda película "en la que se presenten hechos que puedan afectar la neutralidad del país". Nos preguntamos si MRS. MINIVER (Rosa de Abolengo-1942) también sufrió la misma prohibición.

Los dos puntos de vista

Desde un punto de vista la censura es algo nocivo, ya que plantea la prohibición autoritaria sobre la visión de una película entera o bien de ciertas secuencias de la misma. Esta visión de la Censura tiende a considerarla como "la institucionalización del bloqueo de ideas", así como tendiente al aplanamiento cultural, patología que siega las inquietudes artísticas y limita los intelectos de las personas que se hacen incapaces de cualquier apreciación propia. En el último de los casos, la censura provoca que un país entero se deba bajar a la altura intelectual del censor de turno, que es el que decide que se ve y que no se ve. Pero desde el punto de vista contrario, "la censura salva de la deformación a mentes no preparadas para ver tal o cual escena o película". Pero claro, esta función de la censura sería real si prohibiera aquellos filmes de "mentalidad paupérrima", que anualmente se cuentan por centenares y que son los que hacen mover las boleterías de los cines. Volviendo a Manvell: "Es difícil lograr la solución que dicta el sentido común para el problema de la censura. Considerando los dos casos extremos de puntos de vista divergentes, es intolerable que la gente inteligente sea privada del derecho de ver películas sobre los aspectos sociológicos más importantes de la época, o que traten temas sobre el sexo o la religión con integridad crítica. Por otra parte las películas que se ocupan de dichas materias en forma tal que puede ser tolerada por las personas inteligentes y mundanas, pueden resultar dañosas si se exhiben ante un adolescente receptivo y sin facultades críticas o ante un niño muy sensible. Es intolerable que todas las películas exhibidas públicamente deban medirse con los patrones de los subprivilegiados culturales, porque si se aplicaren tales patrones a la gran literatura, muchas obras maestras mundiales deberían ser expurgadas o abandonadas. La quema de libros abarcaría gran parte de la literatura griega y latina, algunas partes de la Biblia, los "contes" de la Edad Media, algunos cuentos de Chaucer y algunas piezas de Shakespeare, el diálogo de Congreve y Wycherley, la rústica alegría de las novelas del siglo XVIII, la fuerza esencial de Balzac, Flaubert, Zola, Proust, Dostoievski, Tolstoi, Lawrence, Huxley, Joyce, Dos Passos, Steinbeck y muchos novelistas modernos de Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Rusia y otros países. Gran parte de esta literatura que perturba al adolescente todavía no equilibrado es savia nutritiva para la cultura de la mente adulta, la cual puede aportar una perspectiva más amplia de comparaciones y patrones morales para tener presente en la lectura de estas contribuciones al propio descubrimiento del hombre. "Hasta aquí, en esta batalla de divergencias, los subprivilegiados culturales han recibido la protección del censor, protección solo a medias, porque mucho material autorizado resulta dañoso por otros criterios que los que debe cuidar el censor.

"Los privilegiados culturales han debido fundar asociaciones privadas para ver películas no autorizadas, ya sea tras las puertas cerradas de una administración estricta para asociados o mediante la proyección de películas en paso subestándard de 16 mm (...) Sin embargo, el paso subestándard no es el mejor medio para ver la forma más compleja de técnica cinematográfica, y la única solución adecuada hasta la fecha ha sido que la sociedad privada en las comunidades más populosas use las máquinas sonoras comunes en los cines cuando estos no están abiertos al público, o en edificios particulares equipados para la proyección cinematográfica sonora. "O se tiene censura, o no se la tiene. No puede haber términos medios. Y como parece que en el futuro inmediato no habrá cine sin censura, lo más sensato es aceptar su existencia como algo temporariamente inevitable y mitigar en lo posible sus efectos dañinos (...)."

Una discusión estéril

En el año 1982 la Revista Esquiú (semanario católico) publicó este increíble "informe especial" entre varias personalidades, todas las cuales hablan en "defensa de la moral y la familia". Era la época del llamado "destape" en el que, alentados por la promesa de la llegada de la democracia, el cine y las revistas comenzaban a mostrar más desnudos y escenas comprometidas. Señala Marco Denevi, escritor: "La gravedad del tema no está en la pornografía aislada, sino en el conjunto de la sociedad donde la pornografía se instala. La vida se ha ido desacralizando. Divorcios a granel, la legalización del aborto, la exaltación de la sexualidad: el resultado es la idea de que se nace por una mera correlación de órganos (...) Me gustaría que no hubiese censura para los espectadores adultos, pero también me gustaría que los realizadores no aprovecharan la falta de censura para volverse irresponsables. Opina Héctor Simeoni, periodista: "Es ingenuo pensar que la corrupción moral, que se da no solo en lo sexual sino también en lo económico, político y social, no tenga repercusión en esta guerra sin tiempos ni fronteras que Occidente libra contra el comunismo. La infiltración marxista en los medios masivos de comunicación tiene una doble táctica. Por un lado cumple con una tarea de demolición de la sociedad destruyendo la familia, corrompiendo a la juventud a través de la droga y el sexo; por el otro, siembra el derrotismo, acrecienta la angustia social, salpica sin discriminación la autoridad (...). Es hora de unirnos y actuar en defensa de nuestra familia para no ver prostituida a la Argentina. El destape nativo aparece como una necesidad comercial. A poco que se profundiza, se advierte que también lo están fomentando los enemigos de nuestro estilo de vida (para decirlo claramente, el marxismo) Hacen coro los 'idiotas útiles' de siempre. Aquellos que temen parecer sanos de alma, porque les van a decir 'puritanos'. Esto es subversión pura. Lo deben entender las Fuerzas Armadas que ya ganaron otra batalla, la empeñada contra los subversivos de la metralleta; acá se trata de elementos parecidos (o los mismos) que manejan armas tan terribles como las otras: las ideas deformantes."

Néstor Paulino Tato, crítico de cine y ex director del Ente de Calificación Cinematográfica de Argentina: "Uno de los sofismas habituales de quienes pretenden abolir la censura de películas consiste en alegar que nuestro público de cine es 'adulto' y está 'maduro', con capacidad para juzgar los valores de cualquier género de espectáculos, sin temor al influjo corruptor de su contenido. Un caso concreto para desvirtuar este falso alegado, está a la vista con el estreno de las películas 'El Hombre de Hierro' y 'Tarzán, el Hombre Mono'. La primera, como es público y notorio, nos llegó prestigiada por los éxitos de público y crítica logrados en el extranjero. Además de sus grandes méritos artísticos y técnicos, acentuaba el interés del tema, su semejanza con la lucha del pueblo polaco y su líder Lech Walesa, por su libertad y religión. En tanto que 'Tarzán' y sus aventuras en la selva, con la incitante 'Mujer 10', Bo Derek, motivaron una maliciosa y hábil campaña de publicidad erótica, acerca de las presuntas audacias del simio prendado de la bella vampiresa. La 'madurez' con que el público 'adulto' respondió al estreno de ambos filmes, se puso de manifiesto en las respectivas cifras de boletería: mientras el 'mono y su dama' captaron más de 10 mil espectadores en un solo día, por su parte 'El Hombre de Hierro' no llegó a acumular un millar: apenas 937 espectadores. El gorila 'seductor' venció ampliamente al adalid de la libertad.

Los comentarios huelgan. Nada se puede agregar a los anteriores pensamientos que hemos extractado, ya que hablan por sí mismos. Hemos de remarcar que el temido Ente argentino se disolvió y supuestamente la Censura también, pero he aquí que en plenos años '90, luego de anunciarse la emisión de la anteriormente nombrada La Última Tentación de Cristo por un canal de cable, la película se levantó sin motivos convincentes. Tiene razón Roger Manvell: la censura está aquí y ha llegado para quedarse.

Así que si vamos a rebajarnos a la altura intelectual de una persona, será mejor que esta persona posea las cualidades que aconsejan en la misma Junta de Censores británica: "una educación de primera clase; conocimiento de la vida y experiencia del mundo; sentido común; sentido del humor; penetración imaginativa en las reacciones del público agregando a esas cualidades que deben ser subrayadas por dos elementos: gusto por el cine y un saludable disgusto por la censura."

LAS PELÍCULAS PROHIBIDAS EN ARGENTINA

Generalmente se supone que las principales candidatas a la prohibición eran las películas sobre (o con) sexo. La investigadora Maria E. de las Carreras determinó que de los poco más de 700 films prohibidos por el Ente, sólo unos 120 fueron proscritos por su contenido sexual mientras que el doble cayeron por incluir escenas de "violencia y terror". El resto son las de contenido político "subversivo" (como se las llamaba en esa época - eso incluía las que ahora se llamarían "políticamente correctas"- o las que te tenían problemas con alguna institución específica (el ejército con MASH o la Iglesia con La vida de Brian)

Las películas que se prohibieron en esa poco clara categoría de "violencia y terror" iban desde cosas altamente ingenuas, como la fábula fantástica Espíritus Vengadores (Shadow of the Hawk, 1976) hasta clásicos de la violencia gratuita como Caníbal Holocausto (Cannibal Holocausto, 1979) En su momento tampoco se vieron en cines argentinos desde dudosos subproductos como El Anticristo (L'Anticristo, 1974) hasta grandes clásicos como Mad Max (Mad Max, 1979)
Es interesante lo que pasó con Mad Max, porque ilustra una metodología que se aplicó a muchas otras cintas. Si bien en un primer momento se la prohibió directamente, se le dio una nueva oportunidad para calificarla. Finalmente fue autorizada (como Prohibida para menores de 18) con severos cortes, que redujeron su duración en cuatro minutos. En definitiva la prohibición fue un "apriete" a los distribuidores para que presentasen a recalificación una copia sin las escenas que molestaban.

Rojo Profundo, de Dario Argento:
Lo mismo pasó con Rojo Profundo (Profondo Rosso, 1975) que fue prohibida para todo público, pero en su misma ficha -y con la firma de M.P. Tato- se señala "si la empresa acepta efectuar cortes en los actos 1º, 2º, 3º, 5º, 7º y 9º podría ser calificada como PM18". Obviamente las distribuidoras aceptaban este tipo de imposiciones, porque de lo contrario perdían el dinero invertido en los derechos de cada película.

Otras películas fueron cortadas directamente -como Alien, el octavo pasajero (Alien, 1978), Los cazadores del Arca perdida (Raiders of the Lost Ark, 1981) o La reencarnación de los zombies (Zombie 2, 1979)- sin que mediase el trámite previo de la prohibición. Rastrear qué escenas llegaron a ser prohibidas de esas y de otras películas, quedará para una compleja investigación posterior, dificultada por la casi nula información oficial y porque en los últimos años de la censura era muy común que las distribuidoras cortaran las películas voluntariamente antes de presentarlas frente al Ente, como para "aceitar" un poco el trámite.
Lo cierto es que si bien el Ente de Calificación funcionó desde 1969, las prohibiciones al cine de género -salvo alguna perdida excepción- no comenzaron hasta que asumió Tato frente al organismo. Este tipo -que reconocía sus simpatías con el fascismo y su ligazón a medios ultracatólicos- tenía sus manifiestas aversiones, al punto que prohibió varias películas de artes marciales porque aseguraba que sólo servían de excusa para mostrar "manoseos homosexuales" (sic) También demostró su odio hacía las películas de vampiros -que alguna vez calificó como "subversivos"- prohibiendo títulos como Pruebe la sangre de Drácula (Taste the Blood of Dracula, 1970), Los ritos satánicos de Drácula (The Satanic Rites of Dracula, 1973), Los siete vampiros de oro (The Legend of the Seven Golden Vampires, 1973), Circo de vampiros (Vampire Circus, 1972) o Drácula el último romántico (Dracula, 1973) Esta última la prohibió cuando ya había sido estrenada -con calificación de una gestión anterior- y luego la volvió a autorizar "previa eliminación del texto final que quisiera reivindicar la historia transcurrida en Transilvania" (textual de la ficha de calificación) Por eso la película finalmente se vio ¡Pero sin final!

La misma suerte corrió, entre otras, Carrera contra el diablo (Race With the Devil, 1975) a la que le tiraron abajo la última escena donde los villanos terminaban bien parados. En definitiva, no aceptaba los films donde "ganaran los malos" o, al menos, estos no recibieran "su justo castigo".
Pero mas allá de los rayes de Tato, hay que tener en cuenta que el tipo se jubiló en 1978 y las prohibiciones al cine de género continuaron -con matices, es cierto- hasta 1983. Por lo tanto no era sólo un problema personal, sino una política de estado.

Incluso el realizador Bernardo Arias -a quien Tato le prohibió dos de sus films: Allpakallpa (1973) y El Inquisidor (1974)- pinta al mítico censor como alguien menos apasionado, como un tipo que sólo aceptó controlar el Ente "para conseguir un puestito y la plata". Según el realizador, Tato "era muy atorrante en ese sentido, más bien era un sinvergüenza que mala persona", y que en definitiva, la mayoría de las prohibiciones las realizaba no por convicción, sino para complacer a sus superiores. Arias conocía bien al censor -lo define como "un amigo"- ya que Tato lo usaba como intermediario para enviarle cartas a su hijo residente en la Cuba socialista. Como Arias tenía un constante ida y vuelta entre Argentina y Perú, podía despachar las cartas desde Lima sin que cayeran en los servicios de inteligencia y de esa manera echar por tierra el prestigio del titular del Ente de Calificación.

POR QUÉ SE PROHIBIAN

Es claro que el objetivo del gobierno era controlar la exhibición cinematográfica que en aquellos tiempos era política y económicamente mucho más importante que ahora. Por ejemplo en 1973 se cortaron 63.049.926 entradas, mientras que actualmente apenas se vende la mitad. Y sumado al crecimiento de la población, se pasó de un promedio anual de 2,7 a 0,8 entradas por habitante.

La disminución en la cantidad de los estrenos (el promedio pasó entre 1973 y 1975, de 360 a 250 películas anuales) es también un logro de la censura, que en 1975 salió a justificar su accionar alegando que la prohibición de films extranjeros implica un importante ahorro para el país. "Cuando sean 200 las películas prohibidas se podrá estimar el ahorro de divisas para la Nación en cifras que alcancen el orden de 1.500.000 dólares".

Mas allá del verso presuntamente nacionalista, está claro que los censores tenían también un fuerte control sobre la producción local, sin demasiadas prohibiciones pero con mucha censura previa (control y modificación de guiones, limitaciones de créditos y subsidios, etc.) La producción nacional se centró en producciones con "mensaje argentino, claro y cristiano" (textual, de Patolandia Nuclear) o en las apologías castrenses de Palito Ortega. El resultado fue el que se esperaba: una pantalla sin sexo, sin política, sin violencia y sin terror. Un cine dirigido y controlado, un arma cultural al servicio de la política represiva estatal.

Los poseídos de Satán - El Mariscal del Infierno, con Paul Naschy . Indudablemente las justificaciones para prohibir una película son absurdas por naturaleza, por eso los censores no se preocuparon por explicar claramente qué pasaba con cada cinta. Apenas quedan breves testimonios en notas de prensa o en las "fichas de calificación", que dan cuenta de los ridículos razonamientos. Los poseídos de Satán (El Mariscal del Infierno, 1974) fue prohibida "por contener escenas de violencia que atentan contra la moral y las buenas costumbres"; El Anticristo (L´Anticristo, 1974) y Un pacto con el diablo (Chi Sei?, 1974) por "agraviar a la religión y a la iglesia"; Los ojos azules de la muñeca rota (1973) por ofrecer "escenas de excesiva violencia y sadismo, que repugnan las buenas costumbres"; El descuartizador de Nueva York (Lo Squartatore di New York, 1982) por ser un film "mórbido y sádico"; Escondite Mortal (Snapshot, 1980) por promover "la justificación del aborto, la prostitución y las perversiones sexuales". Los ejemplos siguen, pero las excusas son similares...
La verdadera razón de las prohibiciones quizás haya que buscarlas en el concepto del escritor Román Gubern en relación al cine de terror: "tras contemplar las funciones desplegadas por el monstruo en un universo de espanto, la realidad externa recobra o refuerza su habilidad y su coeficiente de seguridad por el espectador\. En otras palabras, luego de conmovernos y de asustarnos al ver un film de terror, la realidad -la vida de todos los días- se nos muestra como confiable y tranquilizadora. Por lo tanto al vedar la exhibición de cine de terror, se está negando la posibilidad de que la realidad recobre -a través de él- su eventual aspecto tranquilizador y seguro. En un período donde el gobierno intentaba imponer el terror en la sociedad, no debía existir nada que asustase más que el propio Estado. Ni siquiera un monstruo de celuloide. Es una hipótesis retorcida, pero indudablemente bastante menos que las cabezas de los que idearon y concretaron la represión en la década del ´70.

Carrera Mortal año 2000, producida por Roger Corman: Tato prohibió (Death Race 2000, Paul Bartel, 1975), un clásico del futurismo deportivo que retrataba una sociedad fanatizada con unas carreras automovilísticas en las cuales ganan los corredores que logran atropellar más peatones. Fue autorizada un tiempo después e incluso se llegó a ver por TV (y, vale aclarar, sin que se detectara crecimiento en el número de accidentes de tránsito) Tuvo una suerte de remake como videogame a mediados de los años ´90 con el título de Carmaggedon, donde se reemplazaron los peatones por zombies para pasar los controles de las comisiones de calificación estadounidenses. En un triste e interesante caso de censura postdictadura, el juego fue prohibido por ley -la nº 16, titulada sucintamente "Prohibición del juego CARMAGGEDON"- en marzo de 1998 por la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Aparentemente los diputados porteños cedieron a las presiones de algunos medios de comunicación y asociaciones de víctimas de accidentes de tránsito, que aseguraban que el juego aumentaría el numero de atropellados en la vía pública.
El artículo 4º de esta ley recuerda las viejas quemas de libros: "el Juez competente dispondrá el decomiso de los elementos cuya producción, comercialización, distribución, venta y uso se prohibe en el artículo primero, para proceder a su inmediata destrucción". Por supuesto nadie salió a hacer campaña en defensa del juego, dando por aceptada la potestad de estos diputados de velar por nuestra "salud mental" y permitiendo que hicieran aquello por lo cual se criticaba al viejo censor Tato veinte años antes.

No es fácil hacer una investigación sobre las películas prohibidas, teniendo en cuenta la falta de información oficial sobre el tema y la ausencia de investigaciones profundas y serias. La principal fuente -una lista de films prohibidos realizada por el interventor J.M. Couselo al disolver el Ente- es valiosa, aunque bastante desprolija e incompleta. También se completó el recorrido con consultas a publicaciones de la época y con las escuetas fichas de calificación de las películas, donde a veces se acotaban informaciones sobre las características de cada cinta. En pocas palabras, aún no existe un listado completo y definitivo de films prohibidos en Argentina.

Acá presentamos una lista parcial de films de género (terror, artes marciales, etc.) censurados, ordenados por el título con el que se presentaron a calificación (que en algunos casos difiere con el que se conoció en ediciones en video o proyecciones en TV)

- El Anticristo/ El falso Anticristo (L´Anticristo, Alberto de Martino, 1974) Prohibida en 1975, finalmente autorizada en 1986.
- El bebé infernal (I Don´t Want To Be Born/ The Devil Within Her, Peter Sasdy, 1975). El film cayó en manos de la censura en 1976 pero no recibió ninguna calificación, lo que en la práctica equivale a una prohibición.
- El Boxeador Invencible (Ma Yong Zhen, Hsuehli Pao, 1972). Originalmente autorizada, su certificado fue cancelado en 1974.
- Caníbal Holocausto (Cannibal Holocausto, Ruggero Deodato, 1979). Fue prohibida en 1981. En 1984 fue autorizada con la nueva legislación y recibió la calificación de "Exhibición Condicionada", es decir que fue autorizada sólo para ser vista en el recientemente creado circuito de cines porno.
- Carrera Mortal 2000 (Death Race 2000, Paul Bartel, 1975). Prohibida en 1976.
- Carrie, extraño presentimiento (Carrie, Brian de Palma, 1976). Prohibida en 1977, posteriormente autorizada (PM 18) con cortes.
- La casa del exorcismo (The House of Exorcism/ La casa dell´esorcismo, Mickey Lion, 1973). Prohibido en 1978.
- Centinela de los malditos (The sentinel, Michael Winner, 1977). Prohibido en 1977.
- Circo de Vampiros (Vampire Circus, Robert Young, 1972) Originalmente autorizada -con cortes- como Prohibida para Menores de 18 años y estrenada en marzo de 1973. El certificado de exhibición fue cancelado por Tato en 1974.
- Cuerpos Invadidos (Videodrome, David Cronenberg, 1983). Prohibida en 1983 a pesar de ser presentada por la distribuidora con 5 minutos menos de lo que duraba originalmente. Posteriormente fue autorizada.
- El descuartizador de Nueva York (The New York Ripper / Lo Squartatore di New York, Lucio Fulci, 1982). Prohibida en 1982. Posteriormente autorizada (PM 18) con cuatro minutos menos.
- Drácula, el último romántico (Dracula, Dan Curtis, 1973). Prohibida para todo público en 1974, posteriormente autorizada (PM 18) sin el texto final.
- Embrujada (Armando Bo, 1969) Esta película -presentada a calificación en 1971 con 85 minutos- tuvo varios inconvenientes con la censura, que retrasaron su estreno varios años. Finalmente recibió su certificado (PM 18). Sin embargo el 12 de octubre de 1976 Tato canceló el certificado, "aconsejando calificarla como exhibición prohibida" . No se sabe que pasó en los días siguientes, pero el 22 de octubre se decidió ratificar la calificación anterior, estrenándose el 18 de noviembre con 70 minutos. La ficha depositada en el Ente señala cortes en los actos 2º, 4º, 5º, 7º, 8º, 9º y en la cola promocional.
- Escondite Mortal (Snapshot / The Day After Halloween, Simon Wincer, 1979). Prohibida en 1980.
- Espíritus vengadores (Shadow of the Hawk, George McCowan, 1976). Prohibido en 1977, autorizado en 1984 (Solo Apta Mayores de 13 años)
- Esquizofrenia (Schizo, Pete Walker, 1977). Prohibida en 1978.
- Exorcista II: El hereje (Exorcist II: The Heretic, John Boorman, 1977). Fue prohibida en 1977 y autorizada (SAM 18) en 1984 con muchas escenas cortadas. Las autoridades debieron salir a aclarar que los 17 minutos que faltaban fueron producto de una "modificación de la empresa distribuidora".
- Fanatismo diabólico (The Fiend/ Beware My Brethren, Robert Hartford-Davies, 1971). Autorizada en 1974 prohibida poco tiempo después por Tato.
- Festín Macabro (Tender Flesh/ Welcome to Arrow Beach, Laurence Harvey, 1974). Prohibida por Tato en 1978.
- Frankenstein/ Orgía para Frankenstein (Flesh for Frankenstein, Paul Morrisey, 1974). Prohibida para todo público en 1980. En 1982 fue autorizada (PM 18) con cortes.
- Frankenstein 80 (Frankenstein 80, Mario Mancini, 1972). Prohibida en 1974.
- Furia (The Fury, Brian de Palma, 1978) Prohibida en 1978 , pocos meses después fue autorizada (PM 18) con cortes
- La generación de Proteo (Demon Seed, Donald Cammel, 1977). Prohibida en 1977.
- Granja Macabra (Motel Hell, Kevin Connor, 1980). Prohibida en 1981.
- El inquisidor /El Fuego del Pecado (Bernardo Arias, 1974) Fue prohibida por Miguel Paulino Tato en 1975. Está documentada la existencia de un pedido de recurso de amparo, presentando por los productores locales, similar al planteado por la película Piedra Libre (la cual lo obtuvo y por eso pudo ser estrenada) Pero ciertamente Arias no es Torre Nilsson. El amparo fue denegado por el juez federal Juan Octavio Gauna a comienzos de 1977. Cuando Bernardo Arias le preguntó a su amigo Tato porqué había prohibido su película, éste sólo respondió "¡Por mala!". Recién se estrenó en 1986.
- Juego mortal (Death Game, Peter S. Traynor, 1977). Prohibida en 1978.
- Los Karatistas Sangrientos (Chi Ha, Cheng Cheng Ho, 1973) Originalmente autorizada, se canceló su certificado en 1974.
- Mad Max (Mad Max, George Miller, 1979). Prohibida en 1980, dos años después autorizada (PM 18) con 3 minutos menos.
- La Maldición (Crash!, Charles Band, 1978). Prohibida en 1977.
- Maníaco (Maniac, William Lustig, 1980). Prohibida en 1980, aunque posteriormente fue autorizada (PM 18) con 6 minutos menos que la duración original.
- Manitou (The Manitou, William Girdler, 1978). Prohibida en 1978.
- La marca de la pantera (Cat People, Paul Schrader, 1982). Prohibida en 1982.
- Me llaman el destructor (Call Him Mr. Shatter, Michael Carreras, 1975) Originalmente prohibida, luego autorizada con varios cortes (1976).
- Mensajero de Satanás (Evilspeak, Eric Weston, 1982) Prohibida en 1982.
- El miedo tiene mil ojos (Fear has 1000 Eyes/ Skräcken har 1000 Ögon, Torgny Wickman, 1970) Prohibido en 1973. Para confirmar la regla, único film fantástico prohibido en las administraciones pre-Tato.
- El monstruo de Londres (I Monster, Stephen Weeks, 1971). Prohibida para todo público en 1975. Posteriormente autorizada (PM 18) con cortes.
- El monstruo está vivo (It´s Alive, Larry Cohen, 1974). Prohibida en 1975.
- Muerte de la noche (Deathdream / Death of Night, Bob Clark, 1972). Prohibida Tato en 1977, posteriormente autorizada (PM 18) con cuantiosos cortes.
- Muñeca Mortal (Hei Lu, Huan Feng, 1972). Originalmente autorizada, se canceló su certificado en 1974. La Naranaja Mecánica, ultraviolento clásico de Stanley Kubrick
- La naranja mecánica (A clockwork orange, Stanley Kubrick, 1971) Originalmente fue calificada como PM 18 con cortes, pero como existía una cláusula de Kubrick que no permitía ningún corte, esa decisión se convirtió en una virtual prohibición. A fines de 1973 fue autorizada por Octavio Getino (PM 18) sin cortes, llegando a estrenarse. Al cambiar las autoridades del Ente, se vuelve a solicitar la copia de la película para realizar cortes, concretando un nuevo veto. Finalmente el asunto quedo saldado por Tato, quién canceló definitivamente el certificado de exhibición.
- La noche de los mil gatos (René Cardona Jr., 1972) Originalmente autorizada (PM 18) en 1973. Posteriormente se canceló el certificado.
- Los ojos azules de la muñeca rota (Carlos Aured, 1973). Prohibida en 1974.
- Orgía de horror y locura (The Rocky Horror Picture Show, Jim Sharman, 1975). Prohibida en 1979.
- La otra vida de Audrey Rose (Audrey Rose, Robert Wise, 1977) Prohibida en 1978. Posteriormente autorizada con cortes (PM 18).
- La pandilla abominable (The Hill Have Eyes, Wes Craven, 1977). Prohibida en 1978.
- Pánico a medianoche / Ultraje al amanecer (Last House on the Left, Wes Craven, 1972) Prohibida por en 1974. Varios años después autorizada PM18 con cortes.
- El perfume de la dama de negro (Il profumo della signora in nero, Francesco Barrili y M D´Avac, 1973). Prohibida en 1975.
- Phobia (Phobia, John Houston, 1980). Prohibida en 1981.
- Piraña (Piranha, Joe Dante, 1978). Fue prohibida para todo público en 1979, pero posteriormente autorizada (PM 18) con cortes.
- Los poseídos de Satán (El Mariscal del infierno, León Klimovsky, 1974). Prohibida en 1975.
- Prueba la sangre de Drácula (Taste the Blood of Dracula, Peter Sasdy, 1970). Originalmente autorizada (PM 18), el certificado de exhibición fue cancelado en 1975.
- ¿Quién puede matar a un niño? (Narciso Ibañez Serrador, 1975) Exhibición prohibida en 1977. Recién autorizada (PM 18) en 1982, con varios cortes (incluyendo la escena final).
- La rebelión de los perros (Dogs/ Slaughter, Burt Brinckerhoff, 1976). Prohibida en 1977.
- La residencia macabra (Black Christmas, Bob Clark, 1975). Prohibida para todo publico en 1977. Posteriormente autorizada (P.M. 18) con cortes.
- Los ritos satánicos de Drácula (The Satanic Rites of Dracula/Count Dracula and His Vampire Bride, Alan Gibson, 1973) Originalmente autorizado en 1973, fue prohibido en 1975.
- Rojo Profundo (Profondo Rosso, Dario Argento, 1975) Posteriormente autorizada (PM 18) con muchísimos cortes.
- Ruby (Ruby, Curtis Harrington, 1977). Prohibida en 1978, posteriormente autorizada (PM 18) con cortes.
- Las siamesas diabólicas (Sisters, Brian de Palma, 1973). Prohibida en 1975, estrenada en 1979 con un recorte de 3 minutos.
- Los siete vampiros de oro (The Legend of the Seven Golden Vampires, Roy Ward Baker, 1973). Prohibida en marzo de 1975.
- Sin temor al demonio (Fear no Evil, Frank Laloggia, 1981). Prohibida en 1982.
- Suspiria (Suspiria, Dario Argento, 1977) Prohibida en 1977, autorizada recién en 1983 (PM 18).
- Terror a medianoche (Nightmares, John Lamond, 1980). Prohibida para todo público en 1982. Posteriormente autorizada (PM 18) con once minutos menos que la versión original.
-Tinieblas (Tenebrae, Dario Argento, 1982). Prohibida en abril de 1983, en los estertores finales del gobierno militar. A pedido de la distribuidora se sometió a reconsideración en el mes de julio -apenas a tres meses de las elecciones presidenciales- sin cambiar el veredicto.
- Tintorera (René Cardona Jr., 1977). Prohibida en 1978, posteriormente autorizada (PM 16) con cinco minutos menos.
- Trágico fin de semana (Death Weekend/The House by the Lake, William Fruet, 1976). Prohibida en 1978, posteriormente fue autorizada con cortes.
- El trío infernal (Le Trio Infernal, Francis Girod, 1974). Prohibida para todo público en 1975. Autorizada (PM 18) en 1982 con cortes -siete minutos menos- pero quedó tan confusa que tuvieron que agregarle una leyenda final para explicar lo que había quedado.
- La Tumba de la Momia (Blood from the Mummy´s tomb, Seth Holt/ Michael Carreras, 1972) . Autorizado en 1972, su certificado de exhibición fue cancelado en 1975.
- Un pacto con el diablo (Chi Sei?/ Beyond the Door, O. Hellman y R. Barret, 1974). Prohibida en 1975.
- Un viaje al más allá (Journey Into the Beyond, Rolf Olsen, 1977). Documental "mondo" prohibido en 1977.
- Viento de Muerte (Meng Hu Xia Shan, Ng See Yuen, 1973). Prohibida en 1974.
- Violación en el último tren de la noche/Violencia en el último tren de la noche (L´ ultimo treno della notte, Aldo Lado, 1975). Prohibida para todo público en 1982. Posteriormente autorizada (PM 18) con nuevo título (cambiando violación por violencia) y con cortes que le restaron tres minutos.
- Zombie, el amanecer de los muertos (Down of the Dead, George Romero, 1979).Prohibida en 1980.

Bibliografía
Film (Roger Manvell)
Heraldo del Cine, nº 2.608 (15-1-82)

1 comentario:

gallega dijo...

A VER, EL CINE UNO PAGA ÑLA ENTRADA Y NO DEBE ,NI DEBIO HABER CENSURA NUNCA!!! OBVIO,MENORES NO,LA VIDA IMPOSIBLE QUE LE HIZO TATO A ARMANDO BO ERA TORTAL!! ARMANDO DECIA,PUEDO IRME A OTRO PAIS A FILMAR,NO!! ME QUEDO PARA QUE EL MUNDO CONOZCA A LA ARGENTINA,Y DOY TRABAJO A LOS ARGENTINOS(DOY FE PORQUE TUVE CHARLA CON EL) LA GENTE CRUZABA EL CHARCO AL URUGUAY PARA VER EL ULTIMO TANGO,LA NARANJA MECANICA ETC,ENTONCES DE NADA SERVIA ACA!!