Los protocolos de la muerte


GILDA
La santa bailantera


Miriam Alejandra Bianchi más conocida por su nombre artístico como Gilda, (Villa Devoto, Ciudad de Buenos Aires, 11 de octubre de 1961- Concordia, Entre Ríos, 7 de setiembre de 1996) fue una cantante y compositora argentina de “cumbia pop”.

Comenzó las carreras de Maestra Jardinera y Profesorado de Educación Física pero debió interrumpirlas en 1977 al fallecer su padre, cuando contaba sólo 16 años y debió hacerse cargo del hogar. Se casó luego, tuvo dos hijos, y guardó para sí su pasión por la música y el deseo secreto de convertirse en cantante. Todo cambió el día en que leyó un aviso en el periódico en el que pedían vocalistas para un grupo musical. Su voz y su carisma le ganaron un lugar en una banda de género tropical, y su familia cedió -después de una oposición tenaz- a que incursionara en el mundo del espectáculo. Miriam se convirtió en "Gilda", en honor a la femme-fatale que encarnaba Rita Hayworth en la película del mismo nombre. Unos días antes del viaje a Concordia cambió la letra de “No es mi despedida”, que luego sería un gran éxito para sus fans. En ese tema anticipaba su partida y decía adiós a sus seres queridos. Nadie pudo explicar por qué causa modificó el texto.

Quienes la acompañaron en los días previos, afirman que Gilda había perdido parte de su habitual alegría. El 7 de setiembre de 1996 en el kilómetro 129 de la ruta 12, camino a Concordia (Entre Ríos) un camión embistió al ómnibus privado donde viajaba. El choque fue frontal. El ómnibus empezó a dar tumbos y se llevó por delante en forma simultánea a dos automóviles que circulaban por dicha ruta. De las veinte personas que viajaban, sólo Edwin Manrique salió ileso, sin heridas. Toti y Fabricio se salvaron milagrosamente, pero heridos. El accidente dejó un trágico saldo: fallecieron Gilda, su madre, su hija Mariel y tres de sus músicos. Tirado en la banquina, a un costado de los hierros retorcidos, quedó depositada una cinta en la que Gilda había registrado una serie de borradores para lo que sería su próximo disco, que terminó por convertirse en un álbum póstumo: “Entre el Cielo y la Tierra”.

Desde su muerte muchos fans le atribuyen la condición de santa, debido a que según ellos realiza milagros. Sus restos descansan en el nicho Nº 3536 de la galería 24 en el Cementerio de la Chacarita, en la ciudad de Buenos Aires.

1 comentario:

gallega dijo...

LA GENTE NECESITA AFERRARSE A ALGUIEN,CONOCIDO Y MUERE, Y TENIA SU LLEGADA A TRAVES DEL ARTE,ESE ESPIRITU PUEDE ESTAR EN EL BIEN,Y NO ESTA MAL QUE LO HAGAN(AUNQUE NO LO COMPARTO)EN PEDIRLE AYUDA!