El papa Benedicto XVI viaja del 8 al 15 de mayo a Tierra Santa, donde seguirá las huellas de Jesús "como peregrino de paz en el nombre del Dios único, que es el Padre de todos" y apoyará "a los que se esfuerzan para lograr la paz", según supo afirmar.
"Con mi visita me propongo confirmar y testimoniar a los cristianos de Tierra Santa que tienen que afrontar diariamente no pocas dificultades, y como sucesor de Pedro les mostraré mi cercanía y el apoyo de toda la Iglesia", afirmó el anciano Pontífice de 82 años este fin de semana. El Papa Ratzinger expresará el compromiso de la Iglesia Católica "en favor de todos los que se esfuerzan por practicar el diálogo y la reconciliación, para alcanzar una paz estable y duradera basada en la justicia y en el respeto recíproco. (Haz lo que yo digo, no lo que yo hago)
Benedicto XVI va a una tierra donde están enfrentados israelíes y palestinos desde hace más de 60 años, una tierra como él mismo ha dicho "plagada de violencias e injusticia, donde se ha creado una atmósfera de desconfianza, incertidumbre y miedo, colocando al vecino contra el vecino, al hermano contra el hermano". (¿Olvida tal vez que las Cruzadas fueron sostenidas desde su corporación?)
El Vaticano también sabe que no es un viaje sencillo, que se realiza cuando la situación política es incierta y las perspectivas de pacificación frágiles.
La Custodia Franciscana de Tierra Santa ha expresado en su página web que las heridas de la operación militar israelí de finales de 2008 y principios de año en la franja de Gaza siguen abiertas y que con la llegada del nuevo gobierno Netanhayu parece cerrarse el ciclo comenzado con los acuerdos de Oslo. La comunidad cristiana palestina ha expresado en algunos momentos su desacuerdo con el viaje, considerando que las relaciones con Israel no están en su mejor momento. Asimismo se ha quejado de que aparte de Jordania la única etapa palestina sea Belén y teme que la visita pueda ser utilizada por Israel como un "aval" a su política. (Però tutto fa brodo, santità)
Los líderes católicos de la zona aseguran, no obstante, que el viaje puede ser una "bendición para todos" y el portavoz vaticano Federico Lombardi considera que el Papa se pone en camino "con un coraje admirable, que se basa en su fe para hablar de reconciliación y paz". (Que se cuide de llamar "fanáticos" a musulmanes y hebreos, por si acaso...)
Con ese espíritu, Benedicto XVI llegará a primeras horas de la tarde del 8 de mayo a Amman (Jordania), primera etapa del viaje. Al día siguiente irá al Monte Nebo, donde según el libro de la Biblia Deuteronomio el Señor mostró a Moisés la Tierra Prometida, que no pudo pisar por morir antes... (A propósito: nunca me quedó claro qué fue lo que hizo de malo Moisés para ser castigado con la imposibilidad de pisar esa tierra que se le prometió como conductor.) En una tierra donde los musulmanes son mayoría y los cristianos el 1,9 por ciento según datos del Vaticano, visitará la mezquita Al Hussein Bin Talal de Amman -la segunda vez que pisará un templo musulmán tras la Mezquita Azul de Estambul- y se reunirá con los jefes religiosos musulmanes.
Siguiendo las huellas de Cristo visitará el sitio donde la tradición asegura que fue bautizado Jesús (Betania más allá del Jordán) y el lunes día 11 emprenderá viaje hacia Israel, donde será recibido por el presidente Simón Peres, y ya en esa jornada visitará el memorial del Holocausto "Yad Vashem", de Jerusalén.
En Israel y los Territorios Palestinos los cristianos son el 1,81 por ciento de la población, apenas 130.000 y el Papa dedicará mediodía del martes a visitar la Cúpula de la Roca, en la explanada de las Mezquitas, desde donde según la tradición musulmana Mahoma subió al cielo, y después el Muro de las Lamentaciones.
Nazaret y sus inmediaciones están pobladas de iglesias y excavaciones arqueológicas vinculadas con la niñez y el ministerio de Jesucristo. Cerca de Nazaret se encuentra el Monte del Precipicio, donde una muchedumbre intentó despeñar a Jesús por el barranco.
El papa rezará el Regina Coeli en el Cenáculo, donde según la tradición Jesús celebró la última cena y después oficiará una misa en el Valle de Josafat de Jerusalén. A los Territorios Palestinos dedicará el día 13 cuando se traslade a Belén, donde oficiará una misa en la Plaza del Pesebre, visitará la Gruta de la Natividad, el campo de refugiados palestino de Aida y se reunirá con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Abu Mazen.
La peregrinación incluye Nazaret, la ciudad de la Virgen, a donde irá el 14. Allí oficiará una misa en el Monte del Precipicio, visitará la gruta de la Anunciación y se reunirá con el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu. De regreso a Jerusalén, el viernes, 15, se reunirá con los greco-ortodoxos y los armenios y antes de regresar a Roma visitará el Santo Sepulcro.
¡Qué piadoso ha resultado ser el poco diplomático pontífice romano! Esperemos que no diga alguna de sus frases inconvenientes a las que es tan afecto... Lo del acápite: Cave canem, reverendissimus pater.
Benedicto XVI va a una tierra donde están enfrentados israelíes y palestinos desde hace más de 60 años, una tierra como él mismo ha dicho "plagada de violencias e injusticia, donde se ha creado una atmósfera de desconfianza, incertidumbre y miedo, colocando al vecino contra el vecino, al hermano contra el hermano". (¿Olvida tal vez que las Cruzadas fueron sostenidas desde su corporación?)
El Vaticano también sabe que no es un viaje sencillo, que se realiza cuando la situación política es incierta y las perspectivas de pacificación frágiles.
La Custodia Franciscana de Tierra Santa ha expresado en su página web que las heridas de la operación militar israelí de finales de 2008 y principios de año en la franja de Gaza siguen abiertas y que con la llegada del nuevo gobierno Netanhayu parece cerrarse el ciclo comenzado con los acuerdos de Oslo. La comunidad cristiana palestina ha expresado en algunos momentos su desacuerdo con el viaje, considerando que las relaciones con Israel no están en su mejor momento. Asimismo se ha quejado de que aparte de Jordania la única etapa palestina sea Belén y teme que la visita pueda ser utilizada por Israel como un "aval" a su política. (Però tutto fa brodo, santità)
Los líderes católicos de la zona aseguran, no obstante, que el viaje puede ser una "bendición para todos" y el portavoz vaticano Federico Lombardi considera que el Papa se pone en camino "con un coraje admirable, que se basa en su fe para hablar de reconciliación y paz". (Que se cuide de llamar "fanáticos" a musulmanes y hebreos, por si acaso...)
Con ese espíritu, Benedicto XVI llegará a primeras horas de la tarde del 8 de mayo a Amman (Jordania), primera etapa del viaje. Al día siguiente irá al Monte Nebo, donde según el libro de la Biblia Deuteronomio el Señor mostró a Moisés la Tierra Prometida, que no pudo pisar por morir antes... (A propósito: nunca me quedó claro qué fue lo que hizo de malo Moisés para ser castigado con la imposibilidad de pisar esa tierra que se le prometió como conductor.) En una tierra donde los musulmanes son mayoría y los cristianos el 1,9 por ciento según datos del Vaticano, visitará la mezquita Al Hussein Bin Talal de Amman -la segunda vez que pisará un templo musulmán tras la Mezquita Azul de Estambul- y se reunirá con los jefes religiosos musulmanes.
Siguiendo las huellas de Cristo visitará el sitio donde la tradición asegura que fue bautizado Jesús (Betania más allá del Jordán) y el lunes día 11 emprenderá viaje hacia Israel, donde será recibido por el presidente Simón Peres, y ya en esa jornada visitará el memorial del Holocausto "Yad Vashem", de Jerusalén.
En Israel y los Territorios Palestinos los cristianos son el 1,81 por ciento de la población, apenas 130.000 y el Papa dedicará mediodía del martes a visitar la Cúpula de la Roca, en la explanada de las Mezquitas, desde donde según la tradición musulmana Mahoma subió al cielo, y después el Muro de las Lamentaciones.
Nazaret y sus inmediaciones están pobladas de iglesias y excavaciones arqueológicas vinculadas con la niñez y el ministerio de Jesucristo. Cerca de Nazaret se encuentra el Monte del Precipicio, donde una muchedumbre intentó despeñar a Jesús por el barranco.
El papa rezará el Regina Coeli en el Cenáculo, donde según la tradición Jesús celebró la última cena y después oficiará una misa en el Valle de Josafat de Jerusalén. A los Territorios Palestinos dedicará el día 13 cuando se traslade a Belén, donde oficiará una misa en la Plaza del Pesebre, visitará la Gruta de la Natividad, el campo de refugiados palestino de Aida y se reunirá con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Abu Mazen.
La peregrinación incluye Nazaret, la ciudad de la Virgen, a donde irá el 14. Allí oficiará una misa en el Monte del Precipicio, visitará la gruta de la Anunciación y se reunirá con el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu. De regreso a Jerusalén, el viernes, 15, se reunirá con los greco-ortodoxos y los armenios y antes de regresar a Roma visitará el Santo Sepulcro.
¡Qué piadoso ha resultado ser el poco diplomático pontífice romano! Esperemos que no diga alguna de sus frases inconvenientes a las que es tan afecto... Lo del acápite: Cave canem, reverendissimus pater.
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