El sociólogo Armando Vallado, bàbá Akìntundé, ofrece obi a Èsù para que permita la comunicación entre los distintos planos de la realidad.
Un público expectante y paralizado ante el misterio pudo observar el instante donde acaecía la entrega de nuestras voluntades a la voluntad imprevisible de la magia del universo.
Bàbá Armando, sacerdote de candomblé de rito Kètù y a la vez sociólogo egresado de la USP, instala en la presentación de "Dueños de la Encrucijada" un altar minimalista donde efectúa un sacrificio simple e incruento que es respondido por la divinidad casi de inmediato. El grito de "¡Aláafìá!" -la mayor de las suertes- caló en nuestra mente con la energía del gran comunicador.
(La foto me fue enviada por bàbá Juan Manuel Louro t'Òsun en una demostración de aprecio y gentileza que agradezco públicamente.)
Un público expectante y paralizado ante el misterio pudo observar el instante donde acaecía la entrega de nuestras voluntades a la voluntad imprevisible de la magia del universo.
Bàbá Armando, sacerdote de candomblé de rito Kètù y a la vez sociólogo egresado de la USP, instala en la presentación de "Dueños de la Encrucijada" un altar minimalista donde efectúa un sacrificio simple e incruento que es respondido por la divinidad casi de inmediato. El grito de "¡Aláafìá!" -la mayor de las suertes- caló en nuestra mente con la energía del gran comunicador.
(La foto me fue enviada por bàbá Juan Manuel Louro t'Òsun en una demostración de aprecio y gentileza que agradezco públicamente.)
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