Geraldine Chaplin estima que para ella fue "sano" pelearse con su padre, el mítico actor y director Charles Chaplin, durante la adolescencia "en vez de a los 40 años", según dice en una entrevista publicada por el diario bonaerense Ámbito Financiero.
La actriz, que se encuentra en este país con motivo del Festival Internacional de Cine de San Luis, contó además que su padre "se deprimía en Navidad, ya que nuestras fiestas eran de mucha opulencia y él recordaba su infancia de niño pobre".
"-A mí me daban una naranja." -es la frase que recuerda Geraldine Chaplin que decía su padre, quien murió precisamente un día de Navidad mientras ellos abrían sus regalos.
Geraldine Chaplin estuvo peleada con su padre entre los 14 y los 21 años.
"-Fue algo muy sano... -dice-. Peor es cuando una se pelea con los padres a los cuarenta. O como le pasó a mamá, que al casarse con papá, su padre (el dramaturgo Eugene O'Neill) no quiso saber más nada con ella".
Es que Oona O'Neill tenía recién cumplidos los 17 años cuando se casó con Chaplin, que tenía ya 53. Eugene O'Neill incluso se negó a conocer a sus nietos. "-No sólo a mí, que nací al año siguiente (de la boda), sino también a Michael y Josephine."- explica Geraldine.
La actriz profesa una gran admiración y amor por su madre, fallecida hace años, y afirma que sus hermanas y ella querían ser como ella, "pero creo que yo no le llegué ni a la punta de los talones". "Papá predicaba valores, pero era mamá quien daba el ejemplo", recuerda la presidenta del jurado del Festival de San Luis, que se celebra en la provincia homónima del centro de Argentina.
La actriz afirma que la monogamia es una de las cosas que tanto ella como sus hermanos heredaron de su madre, "o al menos (la tendencia a mantener) relaciones largas", señaló. Chaplin se mostró convencida de que si su madre "no se hubiera dedicado de lleno a cuidar a papá quizás hubiera sido escritora, porque escribía unas cartas impresionantes; pero eligió voluntariamente dejar de lado sus dones por mi padre".
Geraline Chaplin es madre de dos hijos: Oona (hija del fotógrafo cubano Patricio Castillo), a quien define como "un huracán, que más que hija mía parece hija de Sofía Loren", y Shannen (dijo del director de cine español Carlos Saura), quien prepara el doctorado en Psicología. "Antes del doctorado, Shannen estuvo años atendiendo a enfermos terminales sin techo que la policía recogía de la calle, y también trataba con niños golpeados y violados en Miami. Un ambiente como el que debió haber conocido su abuelo cuando era niño en Londres", explicó.
La actriz recordó también que cuando Charlie Chaplin hizo fortuna en el cine se llevó a su abuela a vivir con él, "pero ya estaba muy mal; un día te reconocía, otro andaba como perdida, y para mi padre y mi tío Sydney ese era un gran dolor. Todo su bienestar perdía sentido cuando la miraba. Mi abuela nunca pudo enterarse del éxito mundial de su hijo, ni del amor que le tenía el público", indicó nostálgica la actriz.
La actriz, que se encuentra en este país con motivo del Festival Internacional de Cine de San Luis, contó además que su padre "se deprimía en Navidad, ya que nuestras fiestas eran de mucha opulencia y él recordaba su infancia de niño pobre".
"-A mí me daban una naranja." -es la frase que recuerda Geraldine Chaplin que decía su padre, quien murió precisamente un día de Navidad mientras ellos abrían sus regalos.
Geraldine Chaplin estuvo peleada con su padre entre los 14 y los 21 años.
"-Fue algo muy sano... -dice-. Peor es cuando una se pelea con los padres a los cuarenta. O como le pasó a mamá, que al casarse con papá, su padre (el dramaturgo Eugene O'Neill) no quiso saber más nada con ella".
Es que Oona O'Neill tenía recién cumplidos los 17 años cuando se casó con Chaplin, que tenía ya 53. Eugene O'Neill incluso se negó a conocer a sus nietos. "-No sólo a mí, que nací al año siguiente (de la boda), sino también a Michael y Josephine."- explica Geraldine.
La actriz profesa una gran admiración y amor por su madre, fallecida hace años, y afirma que sus hermanas y ella querían ser como ella, "pero creo que yo no le llegué ni a la punta de los talones". "Papá predicaba valores, pero era mamá quien daba el ejemplo", recuerda la presidenta del jurado del Festival de San Luis, que se celebra en la provincia homónima del centro de Argentina.
La actriz afirma que la monogamia es una de las cosas que tanto ella como sus hermanos heredaron de su madre, "o al menos (la tendencia a mantener) relaciones largas", señaló. Chaplin se mostró convencida de que si su madre "no se hubiera dedicado de lleno a cuidar a papá quizás hubiera sido escritora, porque escribía unas cartas impresionantes; pero eligió voluntariamente dejar de lado sus dones por mi padre".
Geraline Chaplin es madre de dos hijos: Oona (hija del fotógrafo cubano Patricio Castillo), a quien define como "un huracán, que más que hija mía parece hija de Sofía Loren", y Shannen (dijo del director de cine español Carlos Saura), quien prepara el doctorado en Psicología. "Antes del doctorado, Shannen estuvo años atendiendo a enfermos terminales sin techo que la policía recogía de la calle, y también trataba con niños golpeados y violados en Miami. Un ambiente como el que debió haber conocido su abuelo cuando era niño en Londres", explicó.
La actriz recordó también que cuando Charlie Chaplin hizo fortuna en el cine se llevó a su abuela a vivir con él, "pero ya estaba muy mal; un día te reconocía, otro andaba como perdida, y para mi padre y mi tío Sydney ese era un gran dolor. Todo su bienestar perdía sentido cuando la miraba. Mi abuela nunca pudo enterarse del éxito mundial de su hijo, ni del amor que le tenía el público", indicó nostálgica la actriz.
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