Medianoche en el Jardín del bien y del mal (de su título en inglés Midnight in the garden of good and evil) es el título de una novela publicada en 1994 por el escritor y periodista John Berendt. Fue llevada al cine por Clint Eastwood.
El libro trata sobre el viaje que Berendt realizó a principios de la década de 1980 a Savannah, Georgia; allí conoció a un sinfin de personajes famosos en la ciudad, desde los aristócratas como James Williams, a la gente de menor importancia social como Joe Odom, pasando por cantantes, pianistas, chaperos, sacerdotisas del rito vudú y drag-queens como Lady Chablis. El propio Berendt afirmó que el libro mezclaba a partes iguales realidad y ciertos toques o licencias artísticas como por ejemplo el cambio de algunos nombres para no herir la sensibilidad de algunas personas o para proteger su identidad; pero en líneas generales Berendt relató lo más fielmente posible las notas que iba tomando y los recuerdos que tenía de cada personaje que conoció, intentando representar tanto la dulficada como la cruda realidad.
Su estilo abunda en lenguaje coloquial rápido y directo; la novela está estructurada en varios capítulos y ordena de forma organizada cada suceso. En general se centra en las investigaciones en torno al crimen Williams-Hansford -un episodio tristemente conocido en Savannah- acerca del asesinato de un joven (Danny Hansford) a manos de su jefe y amante James Williams.
El libro es abundante en descripciones de lugares y personas, en datos históricos y diálogos sumamente inteligentes. El estilo decadente, las fiestas lujosas y la creencia de que era una ciudad parada en el tiempo -aún evidenciando su brillante pasado colonial, incluso pirata- convirtieron a Savannah en un lugar turístico de moda en torno allá por el año 1990, acrecentando su interés debido a la restauración de las mansiones y por la fama de sus bellos asesinatos, como se conocía a principios de siglo a Savannah.
Tras su publicación en 1994, Savannah sufrió un espectacular incremento del turismo debido al genuino morbo e interés que despertaban las descripciones y los hechos acaecidos en la novela de Berendt. Hoy en día, tras sus espectaculares y cuidadas reconstrucciones de mansiones y su tono general de serenidad de «ciudad detenida en el tiempo» como la «Venecia de Norteamérica», todavía recibe un gran número de visitantes al año, y -según dicen- la fama se la deben ya no sólo a su calidad como ciudad sino a Berendt, al que consideran uno de sus cronistas particulares.
En 1997 el director y actor Clint Eastwood, atraído por la historia de la ciudad y el libro, llevó al cine la adaptación de esta novela. El actor John Cusack dio vida a Berendt (si bien bajo otro nombre) y el presunto asesino fue interpretado por Kevin Spacey. El joven asesinado fue interpretado por un joven Jude Law en uno de sus primeros papeles, y la testigo principal —la drag-queen Lady Chablis (1957)— fue interpretada por ella misma. Un personaje que a mí personalmente me fascinó es el de una mendiga -Minerva- interpretada por la gran actriz afroamericana de teatro Irma P. Hall, que en realidad no es sino una manifestación -femenina y atemporal- de Lègba, el vodun dahomeyano de los caminos y encrucijadas.
La película
John Kelso (John Cusack) es un periodista y escritor que por encargo de una revista va a cubrir un reportaje sobre una fiesta navideña que organiza un millonario llamado James -Jim- Williams (Kevin Spacey) en su lujosa casa llena de colectibles y antigüedades en la población sureña de Savannah. John conoce a mucha gente de la región -la mayoria muy excéntricos- y por ese medio entabla contacto con Jim, quien le recibe amablemente y le muestra todas sus célebres adquisiones. Lo que parece al principio una velada tranquila da un giro inesperado con la aparición tempestuosa de Billy, un joven que trabaja en la casa como jardinero y es amante de Jim, que esa misma noche resulta asesinado. A partir de entonces empieza un proceso judicial para indagar la inocencia o culpabilidad de Jim, con la cual Kelso aprovecha para investigar sobre lo sucedido y conocer el pueblo y los curiosos personajes del lugar, decidiendo escribir un libro sobre el caso.
Empleando la cámara de forma magistral y con una estupenda puesta en escena, Clint Eastwood crea una película manejada con un ritmo trepidante que mantiene expectante en todo momento al espectador, principalmente gracias a un buen guión y a la aparición de extravagantes personajes que aportan un toque de confusión dispersando la atención de la tensión de la investigación y el juicio.
Sin embargo, la película puede llegar a hacerse un tanto larga (son casi dos horas y media de duración), al mezclar el tema místico -o paranormal- típico del Sur norteamericano, vinculado a los ritos y creencias vudú común y desacertadamente llamados "juju cults" con la trama judicial.
El reparto interpretativo resulta interesante y sólido. John Cusack está firme y apuesto a lo largo de todo el film conformando un personaje inteligente y seguro de sí mismo, mientras que Kevin Spacey realiza un soberbio papel como nuevo rico, moldeando un hombre respetado y confuso al mismo tiempo.
En resumen, se trata de una óptima muestra cinematográfica de uno de los mejores directores de los últimos años que logra hilvanar una buena trama, abordando temas espinosos como la homosexualidad oculta en personajes de alta sociedad, y apostando -con la mediación del asesinato- por la libertad y el respeto a las ideas, deslizándose un poco por el terreno paranormal.
El libro trata sobre el viaje que Berendt realizó a principios de la década de 1980 a Savannah, Georgia; allí conoció a un sinfin de personajes famosos en la ciudad, desde los aristócratas como James Williams, a la gente de menor importancia social como Joe Odom, pasando por cantantes, pianistas, chaperos, sacerdotisas del rito vudú y drag-queens como Lady Chablis. El propio Berendt afirmó que el libro mezclaba a partes iguales realidad y ciertos toques o licencias artísticas como por ejemplo el cambio de algunos nombres para no herir la sensibilidad de algunas personas o para proteger su identidad; pero en líneas generales Berendt relató lo más fielmente posible las notas que iba tomando y los recuerdos que tenía de cada personaje que conoció, intentando representar tanto la dulficada como la cruda realidad.
Su estilo abunda en lenguaje coloquial rápido y directo; la novela está estructurada en varios capítulos y ordena de forma organizada cada suceso. En general se centra en las investigaciones en torno al crimen Williams-Hansford -un episodio tristemente conocido en Savannah- acerca del asesinato de un joven (Danny Hansford) a manos de su jefe y amante James Williams.
El libro es abundante en descripciones de lugares y personas, en datos históricos y diálogos sumamente inteligentes. El estilo decadente, las fiestas lujosas y la creencia de que era una ciudad parada en el tiempo -aún evidenciando su brillante pasado colonial, incluso pirata- convirtieron a Savannah en un lugar turístico de moda en torno allá por el año 1990, acrecentando su interés debido a la restauración de las mansiones y por la fama de sus bellos asesinatos, como se conocía a principios de siglo a Savannah.
Tras su publicación en 1994, Savannah sufrió un espectacular incremento del turismo debido al genuino morbo e interés que despertaban las descripciones y los hechos acaecidos en la novela de Berendt. Hoy en día, tras sus espectaculares y cuidadas reconstrucciones de mansiones y su tono general de serenidad de «ciudad detenida en el tiempo» como la «Venecia de Norteamérica», todavía recibe un gran número de visitantes al año, y -según dicen- la fama se la deben ya no sólo a su calidad como ciudad sino a Berendt, al que consideran uno de sus cronistas particulares.
En 1997 el director y actor Clint Eastwood, atraído por la historia de la ciudad y el libro, llevó al cine la adaptación de esta novela. El actor John Cusack dio vida a Berendt (si bien bajo otro nombre) y el presunto asesino fue interpretado por Kevin Spacey. El joven asesinado fue interpretado por un joven Jude Law en uno de sus primeros papeles, y la testigo principal —la drag-queen Lady Chablis (1957)— fue interpretada por ella misma. Un personaje que a mí personalmente me fascinó es el de una mendiga -Minerva- interpretada por la gran actriz afroamericana de teatro Irma P. Hall, que en realidad no es sino una manifestación -femenina y atemporal- de Lègba, el vodun dahomeyano de los caminos y encrucijadas.
La película
John Kelso (John Cusack) es un periodista y escritor que por encargo de una revista va a cubrir un reportaje sobre una fiesta navideña que organiza un millonario llamado James -Jim- Williams (Kevin Spacey) en su lujosa casa llena de colectibles y antigüedades en la población sureña de Savannah. John conoce a mucha gente de la región -la mayoria muy excéntricos- y por ese medio entabla contacto con Jim, quien le recibe amablemente y le muestra todas sus célebres adquisiones. Lo que parece al principio una velada tranquila da un giro inesperado con la aparición tempestuosa de Billy, un joven que trabaja en la casa como jardinero y es amante de Jim, que esa misma noche resulta asesinado. A partir de entonces empieza un proceso judicial para indagar la inocencia o culpabilidad de Jim, con la cual Kelso aprovecha para investigar sobre lo sucedido y conocer el pueblo y los curiosos personajes del lugar, decidiendo escribir un libro sobre el caso.
Empleando la cámara de forma magistral y con una estupenda puesta en escena, Clint Eastwood crea una película manejada con un ritmo trepidante que mantiene expectante en todo momento al espectador, principalmente gracias a un buen guión y a la aparición de extravagantes personajes que aportan un toque de confusión dispersando la atención de la tensión de la investigación y el juicio.
Sin embargo, la película puede llegar a hacerse un tanto larga (son casi dos horas y media de duración), al mezclar el tema místico -o paranormal- típico del Sur norteamericano, vinculado a los ritos y creencias vudú común y desacertadamente llamados "juju cults" con la trama judicial.
El reparto interpretativo resulta interesante y sólido. John Cusack está firme y apuesto a lo largo de todo el film conformando un personaje inteligente y seguro de sí mismo, mientras que Kevin Spacey realiza un soberbio papel como nuevo rico, moldeando un hombre respetado y confuso al mismo tiempo.
En resumen, se trata de una óptima muestra cinematográfica de uno de los mejores directores de los últimos años que logra hilvanar una buena trama, abordando temas espinosos como la homosexualidad oculta en personajes de alta sociedad, y apostando -con la mediación del asesinato- por la libertad y el respeto a las ideas, deslizándose un poco por el terreno paranormal.
2 comentarios:
hay no la vi , pero parece ser muy interesante , voy a ver si en el vio de mi casa la tienen- gracias por el dato!!
Te va a gustar, seguro.
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