Hay dos leyendas que la acompañan y que hablan de su posición patrimonial e histórica. Dice la primera que podría cruzar España de Norte a Sur sin abandonar sus fincas, y la segunda que tiene tantos títulos nobiliarios que hasta la mismísima reina Isabel de Inglaterra estaría por detrás de ella en cuestiones protocolarias si no fuese soberana. Exageradas o no, ambas leyendas acompañan a María del Rosario Cayetana Alfonsa Victoria Eugenia Francisca Fitz-James Stuart y Silva, la XVIII duquesa de Alba, que es la actual jefa de la Casa de Alba y la tercera mujer que lleva el título por derecho propio.
Según los registros, Cayetana (de Alba) posee más títulos que ningún otro noble, incluído el rey Juan Carlos. Es cinco veces duquesa, dieciocho veces marquesa, veinte veces condesa y también cuatro veces condesa-duquesa, a lo que hay que añadir que es catorce veces Grande de España. Además administra un enorme patrimonio que incluye fincas, palacios y una gran colección pictórica. Y por si todo esto fuera poco la duquesa es uno de los personajes más mediáticos de la prensa, por el carácter rebelde del que presumió toda su vida y aún presume pasados los ochenta años.
En efecto, a los 83 años y enferma de gravedad, Cayetana de Alba intenta vivir como siempre ha querido: a su aire, sin importarle el qué dirán. Eso le está costando más de un disgusto con sus hijos. El año pasado se hizo público que según los informes médicos sufre un progresivo deterioro de su salud. Una cuestión que abre muchos interrogantes.
La Casa de Alba es peculiar por sus normas. La duquesa, hija única de Jacobo Fitz-James Stuart y Falcó, XVII duque de Alba, y María del Rosario de Silva y Gurtubay, XV duquesa de Aliaga y marquesa de San Vicente del Barco, tuvo una infancia algo triste como ella misma ha confesado, ya que su madre murió cuando la duquesa de los diestros y toros tenía sólo ocho años. Pero su vida dio un gran giro al marcharse a Londres, donde pasó la experiencia de la Segunda Guerra Mundial. Su padre era allí el embajador de España. Esta proximidad con su culto progenitor le permitió acceder a mundos en los que las mujeres de su época no tenían cabida. Y la formación que recibió la ayudó a gestionar el patrimonio familiar una vez que estuvo en sus manos, patrimonio que ella pasará a su hijo mayor, Carlos. En la Casa de Alba el primogénito es el hereu, el encargado de velar para que los bienes familiares sigan a buen recaudo.
La duquesa tuvo seis hijos con Luis Martínez de Irujo, su primer esposo: Carlos, Alfonso, Jacobo, Fernando, Cayetano y Eugenia. Pero será el duque de Huéscar, el mayor, quien disponga de todo cuando falte su madre.
El deseo de la duquesa el pasado año de volverse a casar -por tercera vez, ya que estuvo casada, y enviudó, con el ex sacerdote jesuita Jesús Aguirre y Ortiz de Zárate- con Alfonso Díez-Carabantes de 58 años, un funcionario aficionado a las antigüedades, provocó ciertos movimientos. Tres de los hijos -Carlos, Alfonso y Cayetano Matínez de Irujo y Fitz-James Stewart de Silva- se mostraron reticentes sobre el plan de boda de su madre según fuentes próximas a la familia Alba. "Madre, ya estás grande para azahares; dedícate a promover toreros y ya". Desde entonces las relaciones entre los nobles hijos y su progenitora se han tensado bastante, pues hay mucho a repartir cuando la anciana esté en la gloria de Dios bailando minué con sus dos maridos.
Ahora entonces es más fácil ver a Cayetana de Alba con alguna de sus ex nueras o con su ex yerno Francisco Rivera Ordóñez, el hijo mayor de Paquirri y Carmina Ordóñez que con sus hijos. "No quieren que me case, pero ellos cambian más de pareja que yo", declaró la duquesa a la revista ¡Hola! y lo reiteró en varios programas televisivos con su vocecita de muñeca mustia después de que la Casa de Alba emitió un comunicado en el que se indicaba "que no existía proyecto de boda". Y es que cinco de sus seis hijos se han casado y los cinco… se han divorciado.
El pobre novio deberá buscar cuartos en otra casa ducal, aunque no hay muchas que verdaderamente los tengan -exceptuando a Carmencita la hijísima, pero esta es harina de otro costal y es capaz de sacar en lugar de dar-
Según los registros, Cayetana (de Alba) posee más títulos que ningún otro noble, incluído el rey Juan Carlos. Es cinco veces duquesa, dieciocho veces marquesa, veinte veces condesa y también cuatro veces condesa-duquesa, a lo que hay que añadir que es catorce veces Grande de España. Además administra un enorme patrimonio que incluye fincas, palacios y una gran colección pictórica. Y por si todo esto fuera poco la duquesa es uno de los personajes más mediáticos de la prensa, por el carácter rebelde del que presumió toda su vida y aún presume pasados los ochenta años.
En efecto, a los 83 años y enferma de gravedad, Cayetana de Alba intenta vivir como siempre ha querido: a su aire, sin importarle el qué dirán. Eso le está costando más de un disgusto con sus hijos. El año pasado se hizo público que según los informes médicos sufre un progresivo deterioro de su salud. Una cuestión que abre muchos interrogantes.
La Casa de Alba es peculiar por sus normas. La duquesa, hija única de Jacobo Fitz-James Stuart y Falcó, XVII duque de Alba, y María del Rosario de Silva y Gurtubay, XV duquesa de Aliaga y marquesa de San Vicente del Barco, tuvo una infancia algo triste como ella misma ha confesado, ya que su madre murió cuando la duquesa de los diestros y toros tenía sólo ocho años. Pero su vida dio un gran giro al marcharse a Londres, donde pasó la experiencia de la Segunda Guerra Mundial. Su padre era allí el embajador de España. Esta proximidad con su culto progenitor le permitió acceder a mundos en los que las mujeres de su época no tenían cabida. Y la formación que recibió la ayudó a gestionar el patrimonio familiar una vez que estuvo en sus manos, patrimonio que ella pasará a su hijo mayor, Carlos. En la Casa de Alba el primogénito es el hereu, el encargado de velar para que los bienes familiares sigan a buen recaudo.
La duquesa tuvo seis hijos con Luis Martínez de Irujo, su primer esposo: Carlos, Alfonso, Jacobo, Fernando, Cayetano y Eugenia. Pero será el duque de Huéscar, el mayor, quien disponga de todo cuando falte su madre.
El deseo de la duquesa el pasado año de volverse a casar -por tercera vez, ya que estuvo casada, y enviudó, con el ex sacerdote jesuita Jesús Aguirre y Ortiz de Zárate- con Alfonso Díez-Carabantes de 58 años, un funcionario aficionado a las antigüedades, provocó ciertos movimientos. Tres de los hijos -Carlos, Alfonso y Cayetano Matínez de Irujo y Fitz-James Stewart de Silva- se mostraron reticentes sobre el plan de boda de su madre según fuentes próximas a la familia Alba. "Madre, ya estás grande para azahares; dedícate a promover toreros y ya". Desde entonces las relaciones entre los nobles hijos y su progenitora se han tensado bastante, pues hay mucho a repartir cuando la anciana esté en la gloria de Dios bailando minué con sus dos maridos.
Ahora entonces es más fácil ver a Cayetana de Alba con alguna de sus ex nueras o con su ex yerno Francisco Rivera Ordóñez, el hijo mayor de Paquirri y Carmina Ordóñez que con sus hijos. "No quieren que me case, pero ellos cambian más de pareja que yo", declaró la duquesa a la revista ¡Hola! y lo reiteró en varios programas televisivos con su vocecita de muñeca mustia después de que la Casa de Alba emitió un comunicado en el que se indicaba "que no existía proyecto de boda". Y es que cinco de sus seis hijos se han casado y los cinco… se han divorciado.
El pobre novio deberá buscar cuartos en otra casa ducal, aunque no hay muchas que verdaderamente los tengan -exceptuando a Carmencita la hijísima, pero esta es harina de otro costal y es capaz de sacar en lugar de dar-
3 comentarios:
HAY PERO QUE AZAROSA !!!! ES MUY COMICO QUE SE VUELVA A CASAR , ES MUY LIBERAL LA DUQUESA QUE BUENO JAJAJAJJAJAJA!!!!!!!!!!!!!!!!!
ES LA MUJER MAS FEA QUE HE VISTO EN MI VIDA.
BARON POR QUE NO PUBLICAS ALGO DE GIUSEPPE BALSAMO, PARA MI EL REY DE LOS AVENTUREROS Y ESTAFADORES
ES EN REALIDAD,NADA AGRACIADA,DIME BARON ALLGUN DIA PUEDES PUBLICAR ALGO DEL REY HUMBERTO DE ITALIA?
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