Fábula

Una rana se preguntaba cómo podía alejarse del clima frío del invierno. Unos gansos le sugirieron que emigrara con ellos, pero el problema era que la rana no sabía volar.

"Déjenmelo a mí, amigos" -dijo la rana-. "¡Tengo un cerebro espléndido!"

Luego pidió a dos ocas que la ayudaran a recoger una caña fuerte, cada una sosteniéndola por un extremo. La rana pensaba asirse a la caña por la boca.

A su debido tiempo, los gansos y la rana comenzaron su travesía.

Al poco rato pasaron por una aldea, y los habitantes del lugar salieron a las calles para ver el inusitado espectáculo. Alguien preguntó: -"¡Pero qué maravilla!... ¿A quién se le habrá ocurrido tan brillante idea?"

Escuchar esto hizo que la rana se sintiera tan orgullosa y con tal sentido de importancia, que exclamó:

-"¡A mi, por supuesto!".

Su orgullo fue su ruina, porque al momento en que abrió la boca se soltó de la caña, cayó al vacío y murió...

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