Nuestra comunidad se asila el 16 debajo del mònrìwo para cantar y danzar la historia del pionero, el Asìwàjú Aláàiyé: Ògún.
Innovador e industrioso, este orisha que "teniendo agua bien cerca de su casa escoge bañarse en sangre"*, representa la lucha y el conflicto bajo todos sus disfraces. Padrón de la civilización, forjador de la cadena ancestral y controlador del límite que separa la ciudad de la floresta -territorio sagrado de animales, cazadores y espíritus- Ògún modifica la cara visible de la Tierra a través de la purificadora acción del Fuego.
Áspero y a la vez ingenuo, Ògún se embandera en cuanta causa noble se presente, sin dudar una sola vez que el mundo de este lado de Òrun es apariencia... Pero cuando lo descubre, inmediatamente se hace a un lado por entenderse incapaz de regirse por otra norma que la lealtad a su pueblo. Ògún es el varón inerme ante el misterio de la mujer astuta, y su sed de conquista esconde tal vez la declaración tácita de su fragilidad, simbolizada en el mònrìwo a partir de la ternura... ¿Cómo un elemento tan frágil y delicado es capaz de defender los territorios comunes? Sólo apelando al arma poderosa de la memoria, depósito de la familia, de la aldea, de la nación. "Con mònrìwo vamos a la guerra/vestidos con la armadura de la unidad". El oríkí es sabio, pues apunta, como el Tao, a la fuerza resumida en la fragilidad.
Apariencias, apariencias. Lo frágil se hace fuerte cuando se une a otras fragilidades, se hace haz, gavilla, campamento.
Por eso es Ògún tenido como soldado: suma de miedos, posibilita la defensa de una causa. Compañero de los pájaros que trinan en las copas, sus soledades se completan en el jugo de la palma, en la roja sangre del aceite, en lo que las raíces guardan dentro de la oscura y fértil humedad de la tierra... "Mira cómo se mantiene en pie", pase lo que pase. Es él también un ìgì ope, un carozo que la tierra abre para volver a ser camino, riel, fragua y corte.
Es quien posibilita el alimento a divinidades y devotos; quien corta el pelo para que no se nuble la mirada, quien inventó la aguja que une pieles y tejidos, quien pone a cada cosa en su lugar preciso. Anda con Èsù por los caminos de la urbe y con Ode por los senderos de las matas. Siempre alerta, siempre "à espreita", por si un desconocido movimiento amerita reacción. Ahí "sus ojos se vuelven rojos/y su cuchilla sale de la vaina/con la celeridad del grito"...
Por eso saludamos a Ògún, divinidad que tanto forja armas de batalla como instrumentos de labranza. Señor que une eslabón con eslabón permaneciendo Él mismo encadenado. Batallador y tierno, amigo de sus amigos e implacable con sus enemigos y los enemigos de sus amigos. Comedor de codornices, catador de alcoholes, jugador sin estrategias. Pionero de las rutas que descienden del cielo, cazador, herrero y adivino.
A él saludamos con júbilo, al "Alákoro que embiste con la potencia del rinoceronte". Al "desgarbado que pone un pie en una colina y desmorona la siguiente con el aire de sus narinas", al "que mata sin pensar y luego de pensarlo se arrepiente".
Salve Ògún pàtàkì òrìsà, Abàgán, Oníire, Alágbèdé, Adeola, Mèjèré, Tayò, Sòròkwé!
*"Ògún kó lomi nìlé, o fí èjè we!"

7 comentarios:

SEU_MARABO dijo...

EXCELENTE EL BLOG BABA MILTON

Milton Acosta, Òséfúnmi ti Bàáyin dijo...

Gracias, Fernando. Muy bienvenido y opina siempre que lo desees. Un abrazo.

Cristian de Oxalá dijo...

Estimado Babá milton. Hermoso blog, con la excelencia y calidad a la que nos tiene acostumbrados. Es un verdadero placer pasear por el blog y leer el material expuesto. Le envío un abrazo.

Cristian de Oxalá

Milton Acosta, Òséfúnmi ti Bàáyin dijo...

Gracias, Cristian, querido amigo.
Demás está decir que lo sientas también tu casa. Un abrazo y mi cariño a tu bàbá, mi hermano del corazón.

Iya Zulema de Oxúm dijo...

Querido Baba Milton, realmente un deleite leer un blog tan nutrido de diversidades muy propias de su sabiduría como Religioso así como del talento como Ser Humano que siempre nos demuestra poseer.
Cariños y mis respetos.
Zulema

Iya Zulema de Oxúm dijo...

Querido Baba Milton, realmente un deleite leer un blog tan nutrido de diversidades muy propias de su sabiduría como Religioso así como del talento como Ser Humano que siempre nos demuestra poseer.
Cariños y mis respetos.
Zulema

Milton Acosta, Òséfúnmi ti Bàáyin dijo...

Muy agradecido, ìyá Zulema.
Que Òsun nos bendiga y permita que usted se sienta cómoda en esta casa virtual. Sea bienvenida, pues usted no sólo es de paz sino también de amor y fraternidad. Un gran abrazo, extensivo a bàbá José.