Aves de Brasil: el curiô


El Semillero Sabanero, Curiô o Avinado (Orozyborus angolensis) es uno de los pájaros canoros mas valiosos del mundo siendo que un bello ejemplar de pájaro se puede cambiar por un coche nuevo.

Está distribuido por casi todo el territorio nacional desde Pernambuco al Río Grande del Sur, pasando por los estados de la región Centro-Oeste. Muchas personas consideran a su canto como similar al de un violín, pero presentando características distintas para cada región de Brasil. Como ejemplo de cantos clasificados, tenemos en el estado de Maranhão, el canto Tibira o Timbira; en São Paulo, el canto Playa Grande dividido en otros tres tipos; en el estado de Santa Catarina tenemos el canto Florianópolis y el canto Catarina; en Río de Janeiro y Minas Gerais tenemos el canto Paracambi; en el estado de Paraíba, el Vovô-viu y en Pernambuco tenemos el canto Vivi-te-téu entre otros. Además, claro está, de aquellos cantos aún no clasificados.

Su nombre brasileño -Curiô- significa en lengua indígena “amigo del hombre”. Mide aproximadamente 13 cm. Posee un pico de color negro, robusto, corto y fuerte. Es un pájaro inquieto que está siempre saltando de un palo de la jaula para otro.Actualmente se encuentra, como muchos otros pájaros brasileños, amenazado de extinción como consecuencia de la caza gananciosa y predatoria y la destrucción de sus ambientes naturales.

Los criadores se esfuerzan para que la especie no desaparezca, además de existir una legislación que prohíbe la captura y el transporte de estos animales en estado salvaje, siendo estos caracterizados como crímenes sin fianza. Deben adquirirse solamente aquellos oriundos de creadores autorizados.

Tráfico de animales, un negocio millonario


Por Mario Osava*

Brasil es una de las principales fuentes del contrabando de fauna, más de 12 millones de animales son sacados cada año del país hacia un tentador mercado internacional. Ahora se combatirá ese contrabando con la activación de una red de información y cooperación en América del Sur.

RIO DE JANEIRO.- El tráfico de animales silvestres, un negocio mundial de 20 mil millones de dólares anuales, ya no es en América preocupación sólo de algunos países. Una red de información y cooperación contra el comercio ilegal de animales y plantas está en construcción en América del Sur, donde la alta biodiversidad atrae a los traficantes de especies. La estrategia, que espera frenar un negocio que tiene vínculos con el narcotráfico, se acordó en la primera Conferencia Sudamericana sobre el Comercio Ilegal de la Fauna Silvestre que reunió en julio pasado a 150 expertos y autoridades en Brasilia. La conferencia, organizada por la brasileña Red Nacional de Combate al Tráfico de Animales Silvestres (Renctas), fue también promovida por el Departamento de Estado de Estados Unidos. La participación de Washington respondió a una inquietud adicional, la asociación entre los traficantes de fauna y de drogas. Entre 30 y 40 por ciento de las 350 o 400 cuadrillas que practican en Brasil el contrabando de animales mantienen vínculos con el narcotráfico, aseguró a Tierramérica el coordinador de Renctas y de la Conferencia, Dener Giovanini. La red sudamericana será coordinada desde Brasilia por Renctas, cuyo modelo será utilizado por los demás países. Habrá así redes nacionales de organizaciones no gubernamentales, autoridades ambientales y policiales, y empresas y personas interesadas en el problema. Las actividades conjuntas previstas son la habilitación de un banco de datos con listas de traficantes de todos los países, campañas de educación ambiental e intercambio de informaciones. Traffic de Ecuador, un proyecto apoyado por ONG internacionales, apoyará a Renctas en el diseño de la red subcontinental y en su implantación. El tráfico de animales prospera ante la tolerancia social y sigue la lógica implacable del mercado. Las especies más escasas obtienen los mejores precios y son, por tanto, las más cazadas, acentuándose el riesgo de su extinción.

Es así que la arara-azul-de-lear, una de las aves brasileñas más amenazadas, cuesta hasta 60 mil dólares en Europa, América del Norte y Asia, las regiones de mayor demanda. El tráfico es también depredador y contribuye a la escasez, ya que sólo uno de cada diez animales arrebatados a su medio natural llega vivo al comprador final. Pocas personas consideran un delito adquirir hermosos pájaros y monos sacados de su hábitat en países lejanos y mantenerlos cautivos en un zoológico particular. En consecuencia, el contrabando goza de cierta impunidad. Como en el caso del narcotráfico, los principales proveedores son países en desarrollo y la demanda se concentra en los industrializados.

Es necesario que los países ricos reduzcan "el consumo insostenible de la fauna exótica", del mismo modo que hacen falta alternativas económicas para las comunidades pobres que capturan animales como medio de supervivencia, señaló el ministro brasileño de Medio Ambiente, José Sarney Filho.

Brasil es una de las principales fuentes del contrabando de fauna, con 15 a 20 por ciento del total mundial, calculó Giovanini. Más de 12 millones de animales son sacados cada año del país. Esa sangría agrava el riesgo de extinción que pesa sobre 208 especies en Brasil, advirtió el ministro.

El mercado internacional está estimulado por personas que buscan ejemplares raros, pero incluye también a la industria farmacéutica que compra especies venenosas, como arañas y serpientes. Se trata de la llamada biopiratería, que paga centavos de dólar por cada animal en los países pobres y alimenta la lucrativa producción de medicamentos. Además de la demanda de seres vivos, hay un gran comercio de cueros, plumas, órganos y otras partes que también arremete contra la biodiversidad, observó Giovanini. Un cuadro de alas de mariposas puede costar tres mil dólares en China, por ejemplo.

El mercado interno es también muy activo. Ferias ilegales tienen lugar con regularidad en las ciudades brasileñas. El Instituto Brasileño de Medio Ambiente (IBAMA, autoridad ambiental nacional) aumentó este año la represión. Pero los inspectores del IBAMA en São Paulo reconocieron su impotencia. Ni siquiera disponen de locales de acogida para la cantidad de animales que pueden recuperar en una sola operación.

Una alternativa contra el tráfico es la cría de animales, negocio que promete altas ganancias. Un tucán, pájaro de colores vivos y pico grueso, puede rendir hasta siete mil dólares en Estados Unidos, observó el zootécnico Gilberto Schickler, que elabora y participa en proyectos de manejo de aves en cautiverio reglamentados por el IBAMA. Pero las aves de mayor demanda mundial son los psitácidos, es decir, los papagayos, araras y loros, informó Schickler a Tierramérica. También aguarda la ampliación del mercado de pájaros canoros, numerosos en Brasil. Un curió, con su sonido de violín, puede igualar el costo de un automóvil nuevo.

La reproducción de pájaros ornamentales y canoros ya es una realidad en Estados Unidos y Europa, incluso a partir de madres adquiridas de contrabando. Pero los países de origen tienen ventajas, como el ambiente y los alimentos naturales, señaló Schickler.


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