Quilombo para nosotros es una bella palabra.
Quilombo es una palabra de origen africano que significa "campamento", y en Brasil fue como se denominó a las sociedades creadas por esclavos fugitivos. Estas comunidades de hombres libres se autorganizaron política, social y económicamente. Hubieron y hay, hasta hoy, Quilombos en Brasil y bajo otros nombres en todo el continente latinoamericano. Creo que hoy los Quilombos están y siguen creándose. Tienen formas originales y otro concepto territorial. Son los espacios de resistencia, autogestión y libertad que se crean en los intersticios del sistema, tanto en el plano ideológico como en el social, político y económico.
por Dinah Schonhaut
Cómo descubrí el sendero que conduce a Quilombo
Un buen amigo -Alfredo Echegaray, pai Alfredo de Ògún- me envió por vez primera el enlace a Quilombo! Entrar y quedar fue un solo acto, porque allí impera por cierto esa solidaridad primaria que se establece entre los habitantes del mismo. Todos en torno al Fuego, batimos con nuestros pies la Tierra, compartimos el mismo Aire que transmite sonido y ritmo, y nos refrescamos con la misma Agua. Somos afroamericanos, por cierto. No hay diferencias en rigor entre cada lugar adonde la colonia llevó mano de obra esclava desde África. Nos sentimos tan hermanos pese a las diferencias de modelo que podemos integrar un Quilombo sin acudir a la espada para defenderlo: sólo hace falta nuestra inteligencia y sensibilidad. Lo demás lo hacen los cuatro elementos y por lógica, el quinto -el Comunicador, el Canciller del Cielo y la Tierra, el Imprevisible e Imprescindible: Eshu, Lègbà, Aluvaiá, Panvu Njila... como quiera ser nombrado porque todos y ningún nombre Le contienen o definen-
Es un privilegio recibir mes a mes las novedades de esta singular revista que forma parte de mi universo esencial afrobrasileño.
por Milton Acosta, Òséfúnmi
Un buen amigo -Alfredo Echegaray, pai Alfredo de Ògún- me envió por vez primera el enlace a Quilombo! Entrar y quedar fue un solo acto, porque allí impera por cierto esa solidaridad primaria que se establece entre los habitantes del mismo. Todos en torno al Fuego, batimos con nuestros pies la Tierra, compartimos el mismo Aire que transmite sonido y ritmo, y nos refrescamos con la misma Agua. Somos afroamericanos, por cierto. No hay diferencias en rigor entre cada lugar adonde la colonia llevó mano de obra esclava desde África. Nos sentimos tan hermanos pese a las diferencias de modelo que podemos integrar un Quilombo sin acudir a la espada para defenderlo: sólo hace falta nuestra inteligencia y sensibilidad. Lo demás lo hacen los cuatro elementos y por lógica, el quinto -el Comunicador, el Canciller del Cielo y la Tierra, el Imprevisible e Imprescindible: Eshu, Lègbà, Aluvaiá, Panvu Njila... como quiera ser nombrado porque todos y ningún nombre Le contienen o definen-
Es un privilegio recibir mes a mes las novedades de esta singular revista que forma parte de mi universo esencial afrobrasileño.
por Milton Acosta, Òséfúnmi
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