ORILLAS AMARILLAS

Ángela López Ruiz, artista contemporánea oriental y sacerdotisa de los orisha, omo Yemoja.

La propuesta ORILLAS AMARILLAS es de un arte de acción, una performance realizada en dos reservas ecológícas a cada lado del Río de la Plata, privilegiando el concepto de reservorio de cultos, de agua dulce, de tradiciones, de plegaria por la supervivencia del género humano. De esta manera se reafirman otros aspectos que connotan nuestras costas. La influencia y presencia de la cultura afroamericana tan presente en Brasil, Uruguay o Cuba, que es ignorada y hasta negada en nuestro país. Cuatro artistas que hace años bucean en ese riquísimo patrimonio cultural: Anabel Vanoni, Ada Suárez de Argentina, Leandro Carvalho nacido en Brasil y residente en Argentina y la uruguaya Angela López Ruiz que hizo una performance paralela en el Puente Santa Lucía, a la entrada de Montevideo en Uruguay, realizaron un homenaje a Oxum, deidad de las aguas dulces, en el atardecer del sábado 3 de diciembre. Esta mediadora, esta orixá,es casi una sincrética Afrodita, una divinidad de la femineidad antes de la maternidad, guardiana de las criaturas hasta que empiezan a hablar. A ella se ofrecieron narcisos y ofrendas amarillas y doradas. El rito ancestral supera el exotismo para conjurar el tema del agua dulce, fuente vital de la humanidad en peligro. A ambos lados del Plata se tejió un entramado azul, dorado y blanco, un espacio sagrado que devino espacio estético, público y comunitario, donde se aludía también al hoy y al mañana.

El Río de la Plata oculta, hunde, entierra; pero a la vez comunica, fluye, agita. Su horizonte es virtual, evanescente, algo inalcanzable como la vida, pero también un motor para seguir esperando: una coordenada de la utopía.